El Plan Empleo Joven de Horacio Rodríguez Larreta: ¿una solución real al desempleo juvenil o un beneficio para pocos?

El Plan Empleo Joven de Horacio Rodríguez Larreta: ¿una solución real al desempleo juvenil o un beneficio para pocos?

Horacio Rodríguez Larreta ha sido descrito como alguien que “cuando promete, cumple”. Este enfoque directo y efectivo ha sido una de las características más destacadas de su gestión. Desde el Plan Empleo Joven, se busca que “10.000 jóvenes tengan su primer laburo”. El uso del término “laburo”, poco habitual en el vocabulario del jefe de gobierno, parece un intento de conectar con las clases trabajadoras y los jóvenes destinatarios del programa.

El mecanismo del plan es sencillo pero no exento de críticas. A través de la plataforma empleojovenva.com.ar, los jóvenes pueden ingresar sus datos personales, y desde allí, el gobierno de la ciudad se encarga de conectarlos con empresas interesadas en sus perfiles laborales. Lo atractivo para las empresas es que “asumiendo desde la ciudad el pago de un porcentaje de su sueldo por un año”, lo que representa un fuerte incentivo económico para la contratación de estos jóvenes.

Sin embargo, no todos ven este plan con buenos ojos. Una de las críticas recurrentes es que “el beneficio no lo recibe el chico o la chica que va a ir a trabajar, […] sino que el beneficio lo va a tener la propia empresa”. Esto se debe a que el gobierno asume parte del salario, permitiendo que las empresas contraten mano de obra joven y barata con un coste reducido. En otras palabras, el gobierno de la ciudad subsidia un porcentaje del sueldo, mientras que las empresas se benefician de una rebaja en ciertos costos laborales o impositivos, lo que para algunos críticos traduce en una política que beneficia desproporcionadamente al sector privado.

El discurso en torno a la iniciativa insiste en que esta se traduce en “inclusión laboral, menos brechas y más oportunidades”. Sin embargo, las voces disidentes sugieren que “con lo que sueña Horacio es con un país de desiguales, donde el emprendedurismo sea la forma de distribuir la pobreza y la miseria, y la ganancia se la sigan llevando unos pocos empresarios amigos del poder”.

A pesar de las críticas, el plan también contempla medidas específicas para abordar desigualdades persistentes en el acceso al empleo. “Queremos aprovechar este plan […] para corregir también las desigualdades que existen”. Por ello, el programa ofrece un mayor beneficio a los jóvenes residentes en barrios populares o en zonas sur de la ciudad, así como a las mujeres, quienes, reconocen, “todavía sigue siendo difícil enfrentar las barreras y las dificultades en el acceso al trabajo”.

El llamado a las empresas para comprometerse con esta iniciativa busca, paradójicamente, la aprobación del sector privado: “Compromiso del Sector Privado con este plan”. Sin embargo, esto también refuerza la percepción de que el beneficio directo se inclina en su favor, relegando a los jóvenes a un papel secundario en términos de ventajas económicas directas.

La presentación del Plan Empleo Joven también hace eco de la constante retórica que defiende el papel del sector privado “para generar trabajo. El trabajo es la única herramienta para transformar realidades, salir de la pobreza, progresar y motivar a las nuevas generaciones a que sueñen con un futuro en su país”. Sin embargo, las opiniones polarizadas sobre este enfoque revelan la complejidad de una iniciativa que, aunque bien intencionada en esencia, podría estar encarrilándose en una senda de beneficios desiguales y oportunidades limitadas para los jóvenes ciudadanos.

El Plan Empleo Joven representa una oportunidad tangible para muchos jóvenes que buscan ingresar al mercado laboral, pero también plantea desafíos significativos en términos de políticas públicas y justicia social. En un contexto socioeconómico tan delicado como el actual, el éxito del plan dependerá de su capacidad para equilibrar efectivamente las necesidades de los jóvenes con las demandas del sector privado, asegurando un acceso equitativo y sostenible al mercado laboral emergente.

A modo de conclusión, el éxito del Plan Empleo Joven dependerá de su implementación y de cómo aborde realmente las críticas actuales sobre el beneficio desproporcionado al sector privado. Para muchos jóvenes, empleojovenva.com.ar podría ser una puerta de entrada a una carrera profesional, mientras que otros ven este plan como una continuación de las políticas que favorecen la concentración económica en manos de pocos. Como tal, el debate sobre su impacto real continúa siendo objeto de discusión en todos los rincones de la sociedad porteña.