La propuesta escénica que plantea “600 Caballos de Fuerza” es tanto innovadora como conmovedora. Nos encontramos con la historia de dos hermanas camioneras que heredan el vehículo de su padre y emprenden un viaje por las rutas de la Triple Frontera en busca de un enigmático “fantasma”. Traczuk nos explica que, en su travesía, las hermanas “encuentran una obra de arte, roban una obra de arte y no conocen su valor”, lo que las embarca en una serie de aventuras que las conectan con un pasado lleno de misterios y heridas.
La pieza se sumerge en temas profundos, explorando la venganza y la dualidad entre lo verdadero y lo falso. “El texto, digamos que en el fondo, como tema de fondo, trata de la venganza, de la búsqueda de venganza, y en la forma trata del original y la copia”, revela Paola Traczuk. Un elemento central en esta narrativa es el personaje del Espíritu Caminero, una representación espectral del padre de las protagonistas que les ofrece guía y dirección desde el más allá, clamando justicia por un crimen del pasado.
La obra ha sido un esfuerzo colectivo y significativo, especialmente después de dos años de pandemia que interrumpieron la continuidad cultural y teatral en general. “Fue un trabajo codocodo, sí. […] Entonces, sí ha sido un trabajo como muy de acompañamiento. La verdad es que somos todos bastante amigos, o sea, después de dos años, porque se nos atravesó la pandemia y demás, es un re lindo equipo”, cuenta Traczuk con entusiasmo palpable. Además, la dramaturga expresa su satisfacción con la recepción que ha tenido hasta ahora: “Me parece que tiene que ver con, bueno, después de dos años de corte, después de dos años pandémicos, de quedarnos en casa, si bien hubo periodos de apertura, pero era como que abríamos un ratito, después cerrábamos, abrimos, cerramos… La verdad es que nos está yendo bastante bien”.
El concepto de ‘Rod Theatre’ es intrigante y desafiante, adaptando la estructura de una ‘road movie’ al escenario teatral. Este enfoque es un homenaje a las famosas road movies, especialmente a ‘Thelma y Louise’. Traczuk explica que “la obra en sí tiene una estructura de Rod Movie, es un poco un homenaje a las Rod Movies”, y relata cómo ha sido trasladar este concepto a un espacio teatral: “Llevar esto al teatro realmente fue un desafío enorme, enorme, porque saben que el lenguaje cinematográfico cuenta con un montón de recursos y de herramientas que en el teatro no están”.
La dirección y el elenco han jugado un papel crucial en lograr este tránsito del guion a la escena, enfrentándose al reto de comunicar una experiencia de viaje sin los artilugios tecnológicos del cine. Para lograrlo, se recurrió a la figura poética y narrativa del Espíritu Caminero, lo que permitió “describir los espacios, describir los tiempos, accionando en la trama dramática, como para hacer avanzar la acción”.
La escenografía también merece un reconocimiento particular, funcionando no solo como un ambientador, sino también como una pieza de arte que acompaña y enriquece la experiencia teatral. “De algo estamos seguros, en relación a un camión y una obra de arte en la obra van a ver. Y bueno, sí, se utiliza y los actores y las actrices que están ahí en esa especie de habitáculo también salen, pero se utiliza mucho”, comenta Traczuk.
La obra, a parte de ser un producto cultural logrado, se intuye muy personal para su autora. Inspirada por las figuras de sus padres, Traczuk transforma su historia familiar en arte. “Mi viejo era camionero, mi viejo era camionero, o sea, falleció hace varios años. Mi viejo era camionero y mi mamá era artista plástica…”, comparte Traczuk, uniendo anécdotas de su infancia con la rica simbología de la obra.
En definitiva, “600 Caballos de Fuerza” es una travesía teatral conmovedora que explora los vínculos familiares, el peso del pasado, y la búsqueda de una identidad en medio de contradicciones. Las funciones se siguen presentando en el Centro Cultural 25 de Mayo, ofreciendo una óptima ocasión para sumergirse en la magia única del teatro en vivo. Una obra que promete no solo entretener, sino también invitar a la reflexión sobre temas universales y personales, consolidándose como un hito en la cartelera cultural porteña.
