La Rural de Buenos Aires es testigo, año tras año, de cómo la pasión por la tierra y el cultivo florece en la ciudad. Desde 1995, La Rural Semillería, un emprendimiento dirigido por Gastón Clement, ha ocupado un lugar central en esta exposición, ofreciendo una amplia gama de productos que permiten a profesionales y aficionados desarrollar su verde potencial. Este año, con motivo de sus casi 30 años de participación ininterrumpida, se le otorgará a Clement una distinción por ser uno de los expositores más antiguos, compartiendo este honor con solo otro participante de la misma longevidad.
La historia de este emprendimiento comenzó modestamente con un pequeño stand dedicado a la venta de semillas para huertas y herramientas de medición agrícola. Hoy, La Rural Semillería es reconocida por su compromiso con el suministro de insumos y artículos para jardinería, paisajismo y riego, entre otros. “Somos una empresa que nos dedicamos a la venta de insumos, artículos para la huerta, jardinería, paisajismo, riego”, afirma Santiago Calveira, uno de los representantes visibles en esta edición de la exposición.
La pandemia de COVID-19 fue un momento decisivo para el crecimiento de estas actividades, obligando a muchas personas a redescubrir el placer de trabajar la tierra en sus propios hogares. “La pandemia, por supuesto, impulsó este tipo de actividades, a partir de que la gente se quedaba en su casa”, mencionó Calveira. Este fenómeno ha llevado a un aumento significativo en la demanda de huertas caseras, como un nuevo hábito de consumo que, más que una moda pasajera, parece haber llegado para quedarse.
A lo largo de los años, el crecimiento de la empresa ha sido notable. La extensión de sus stands en el pabellón verde Q3 ha facilitado un espacio para asesorar a los visitantes, no solo vendiendo productos sino también ofreciendo conocimiento técnico valioso. “Nuestro diferencial o lo que intentamos todos los días es brindar un asesoramiento técnico para que la gente no solamente se lleve una cajita o una bolsa de semillas, sino que se lleve una idea”, explica Calveira. Este enfoque integral se ha convertido en una parte esencial del éxito continuado de La Rural Semillería.
Otro ámbito en el que han incursionado es la hidroponía, un método que permite cultivar plantas sin necesidad de sustrato, utilizando apenas agua. Aunque a nivel profesional es un terreno que sigue desarrollándose en Argentina, para el aficionado representa una oportunidad de experimentar con nuevas formas de cultivo en casa. Calveira destaca, “La hidroponía básicamente lo que es, es cultivar sin sustrato, cultivar en agua y es una tecnología que en el mundo ya viene avanzando bastante”.
La Rural Semillería no solo ofrece productos, sino también una alianza de conocimientos con expertos en el campo. Han establecido colaboraciones con influyentes como La Juanita Huertas y Sophie Diarce, quienes complementan la oferta de productos con cursos y talleres online. “Tenemos aliados, por así decirlo. La Juanita Huertas […] es una amiga de la casa. Ella tiene cursos online, talleres online. Tiene un Instagram muy activo”, destacó Calveira.
Este año, aquellos que visiten el stand de La Rural en el pabellón verde podrán no solo adquirir productos sino también tener acceso a charlas impartidas por autoras reconocidas en el ámbito de la jardinería como Clara Villoc y María Gabriela Escrivá. La participación activa y la divulgación de conocimientos en plataformas digitales como YouTube han fortalecido su presencia virtual, especialmente mediante colaboraciones con influencers del sector.
En el corazón de La Rural Semillería está el deseo de simplificar el acceso a los productos y conocimientos necesarios para convertir cualquier proyecto verde personal en un éxito. “Estamos para ese tipo de gente también porque la idea es ayudar”, expresa Calveira refiriéndose a los aficionados al cultivo que comienzan con las opciones más fáciles como el rabanito y la rúcula, para ir complejizando luego con tomates y pimientos.
Santiago Calveira se mostró también consciente de las dificultades propias del cultivo en climas menos propicios y la necesidad de ajustar las expectativas a las condiciones específicas de cada espacio. Ofrecer un asesoramiento sincero, que priorice el éxito del proyecto por sobre las oportunidades de venta rápida, se ha convertido en una seña de identidad de la empresa. Por ejemplo, cuando el objetivo no es factible, se enaltece el uso práctico del espacio, incluso si eso significa renunciar a la venta de ciertas semillas. “El césped es algo ornamental, y la huerta se usa para después consumir. Entonces, si vos tenés un balcón que realmente no tenés sol directo, estás complicado para la huerta”, señala Calveira, direccionando las expectativas de los consumidores hacia lo factible.
Con una motivación constante por innovar, La Rural Semillería sigue adaptándose a las nuevas demandas del mercado y a las tendencias internacionales del cultivo en el hogar. Ofreciendo una completa experiencia para principiantes y expertos, se posiciona como una de las principales referencias del país en su sector.
La pasión y dedicación que emanan de sus stands son palpables, y quienes quieran conocer más sobre sus urgentes propuestas pueden interactuar con el equipo en la exposición en el pabellón verde, stands Q3 y Q11. Para quienes no puedan asistir, la empresa también ofrece soluciones en su tienda online, cultivando así una relación sostenida con su público a lo largo del tiempo.
La Rural Semillería continúa configurando un camino de éxito en la exhibición más icónica de Buenos Aires. Desde cualquiera de sus plataformas, sea física o virtual, propone un modelo de desarrollo verde accesible, sostenible y gratificante. Donde sea que germine esta semilla de conocimiento, la tierra encontrará una prosperidad renovada.