La vida después de la crisis: Reflexiones de Narda Lepes sobre la gastronomía postpandemia

La vida después de la crisis: Reflexiones de Narda Lepes sobre la gastronomía postpandemia

La pandemia del COVID-19 ha dejado su marca en cada rincón del planeta, y la industria gastronómica no fue la excepción. Narda Lepes, una de las chefs más influyentes de Argentina, reflexiona sobre los cambios que la crisis ha impuesto en la manera de entender y desarrollar la cocina. “Creo que todos aprendimos a contemplar las cosas de otra manera”, afirma Lepes, comenzando una charla profunda sobre los desafíos y oportunidades surgidos en esta etapa sin precedentes.

Uno de los puntos clave que destaca Lepes es cómo la pandemia impulsó al sector a reconsiderar su rol en la sociedad. “El mundo se paró, pero la comida no se detuvo”, señala, subrayando esa relación intrínseca entre la humanidad y su necesidad básica de alimentarse. Durante la pandemia, los restaurantes, a pesar de los cierres temporales y las restricciones, se convirtieron en refugios para comunidades, adaptándose a nuevas realidades como el delivery y el take-away.

Pero Lepes no solo se detiene en la adaptación logística; también habla de una transformación más profunda: la ética detrás de la gastronomía. “¿Qué le damos de comer a la gente y cómo lo hacemos?” se pregunta retóricamente, haciendo hincapié en la necesidad de que los chefs y empresarios del rubro sean más conscientes de las implicancias de sus decisiones. La pandemia, según ella, ofreció una pausa para repensar prácticas insostenibles y considerar modelos más amigables con el entorno y las personas.

Dentro de esta reflexión, emerge una definición clara de lo que deberían ser los pilares del futuro gastronómico: sostenibilidad y responsabilidad. Para Lepes, estos principios deben guiar cada paso en la creación de un menú, en la selección de proveedores y en la gestión diaria de un restaurante. Sostiene que “la relación entre calidad y precio es fundamental, pero también debemos evaluar la huella que dejamos en el planeta y el impacto que tenemos en las vidas de nuestros empleados y comensales”.

Asimismo, la chef enfatiza la importancia de revalorizar el producto local. “Volvimos a mirar la tierra y aquello que realmente nos rodea”, dice, sugiriendo que la proximidad no solo asegura frescura y sabor, sino también un comercio más justo y una participación activa en la economía local. Bajo esta perspectiva, los restaurantes pueden desempeñar un papel crucial al fortalecer las cadenas de suministro locales y alentar una mayor autosuficiencia alimentaria.

Narda Lepes también aborda el reto de reabrir los restaurantes después de meses de inactividad y las expectativas cambiantes del consumidor. Asegura que “las personas buscan más que solo una buena comida; quieren vivir una experiencia que resuene con sus valores”. El deseo de los clientes por transparencia en la procedencia de los ingredientes y las prácticas del personal ha establecido un nuevo estándar que la industria debe abrazar. Según Lepes, esta es una oportunidad para que cada establecimiento reafirme su compromiso no solo con la excelencia culinaria, sino también con la integridad y la responsabilidad.

Además, Lepes explica cómo la pandemia ha acelerado la digitalización en el sector. Las reservas en línea, las cartas digitales y las experiencias virtuales son ahora parte esencial del funcionamiento diario de los restaurantes. La chef ve esta tendencia tecnológica de forma positiva, como un catalizador que puede ayudar a gestionar mejor los recursos y brindar un servicio más personalizado al cliente.

En medio de esta nueva realidad, Narda Lepes continúa su misión de educar y promover una alimentación más sana y consciente. “La pandemia nos mostró cuán importante es estar informado y ser crítico con lo que ponemos en nuestro plato”, exclama. Para ella, el vínculo entre salud y alimentación nunca ha sido tan evidente, y ve en ello un resurgimiento de la apreciación por cocinar en casa, lo cual considera una victoria para un estilo de vida más equilibrado y consciente.

Con la visión clara hacia un mañana mejor en la gastronomía, Lepes concluye que el futuro después de la pandemia depende de cómo asumimos lo aprendido y lo integramos en nuestras vidas cotidianas. Reconoce que ha sido un periodo de pérdida y sufrimiento, pero también de aprendizaje y reevaluación de nuestras prioridades. “Ahora es el momento de construir sobre esa base y asegurarnos de que el mundo que estamos reconstruyendo sea más justo, equitativo y sostenible para todos”, finaliza con optimismo.

La conversación con Narda Lepes no solo es un testimonio de resiliencia y evolución, sino un llamado a la acción para toda la industria gastronómica: un recordatorio de que, aunque gigantes como la pandemia puedan detenernos temporalmente, la manera en que nos alimentamos y cuidamos unos a otros siempre tendrá el poder de seguir adelante.