Una Mirada al Pasado: Historia Viva en el Agua
La Fragata ARA Presidente Sarmiento, varada desde su jubilación oficial en 1961, es más que un barco; es un monumento viviente de la educación naval argentina. Fue votada en 1897 en Inglaterra y fue la respuesta visionaria del presidente Sarmiento para la necesidad de profesionalizar a los oficiales de la Armada, enfocándose más allá de las misiones militares en un aprendizaje técnico y científico completo. “La Fragata Sarmiento fue nuestro primer buque escuela, con la visión del presidente Sarmiento, que no solamente tuvo una visión genérica para el país, sino más enfocados en cuanto a la educación”, recalca Maizares.
De 1899 a 1938, la Sarmiento completó 37 viajes alrededor del mundo, convirtiéndose en un embajador cultural de Argentina. “Era la cara visible del país en todos los puertos del mundo, era una forma de llevar nuestra cultura a los diferentes países, y también traer cultura desde otros países”, reconoce Maizares. A pesar de los años transcurridos, su papel no ha sido olvidado, siendo reconocida como Monumento Histórico Nacional y un testimonio flotante del intercambio cultural y educativo.
Por otro lado, la Corbeta ARA Uruguay, aunque menos conocida que su compañera, posee una riqueza histórica incomparable. Construida en 1874, tuvo una carrera diversa y notable, sirviendo roles que variaron desde transporte de bufas hasta expediciones hidrográficas. Su momento más célebre llegó en 1903 con el rescate heroico de una expedición sueca en la Antártida. “Eso ha significado para nosotros la presencia ininterrumpida en la Antártida para esos tiempos”, rememora Maizares, destacando la importancia crucial del rescate en la historia antártica argentina.
Un Recorrido Imprescindible
Incluso para el visitante más ocasional, una caminata por la cubierta de estas embarcaciones museo es un viaje a través del tiempo. En la Fragata Sarmiento, el visitante puede recorrer la trayectoria de sus 37 viajes, experimentando la majestuosidad de su estructura histórica. Por otro lado, la Corbeta Uruguay brinda una experiencia más íntima centrada en su papel en la misión de rescate antártico. “La verdad es que yo siempre pienso, cuán temerarios eran en que se embarcaban en estas expediciones”, reflexiona Maizares, admirando el valor de aquellos marineros que enfrentaron las desconcertantes incertidumbres del océano.
La conservación de ambas naves es un esfuerzo diario que involucra a múltiples entidades, entre ellas el Ministerio de Defensa y el Patrimonio Histórico Cultural. Aunque el mantenimiento de estos gigantes del siglo XIX presenta desafíos constantes, los planes de renovación y preservación están en marcha. “La institución hace un esfuerzo muy importante… es un trabajo en equipo que todos los días tratamos de coadyuvar”, menciona su directora, sugiriendo un futuro prometedor, aunque poco revelador, para estas emblemáticas embarcaciones.
Innovación y Tradición: Navegación Mixta
Tanto la Sarmiento como la Uruguay destacan por su tecnología de propulsión mixta, una innovación para su época que utilizaba tanto velas como vapor a carbón. “Se priorizaba la navegación a vela, pero en momentos donde la meteorología no era conveniente o había necesidades de tiempo, se utilizaba vapor”, explica Maizares, revelando el ingenio de los ingenieros navales que buscaron lo mejor de ambos mundos para navegar los mares de manera eficiente y estratégica.
Un Legado de Inclusión
En una nota más personal, Cintia Maizares, quien juega un rol crucial no solo en la conservación de estas naves, sino también en el camino hacia una Fuerza Naval más inclusiva, celebra 20 años desde que las mujeres comenzaron a formar parte del Cuerpo Comando de la Escuela Naval Militar. “El balance es súper positivo… siempre fueron las mismas oportunidades”, afirma, reflejando un progreso continuo y natural hacia la igualdad de género en la Armada.
Visitas y Horarios
Las embarcaciones, abiertas a la curiosidad del público, son accesibles de jueves a viernes de 13 a 19 horas, y sábados y domingos de 10 a 19 horas. Las mañanas de los miércoles están reservadas para visitas educativas, una clara continuación del legado docente de la Fragata Sarmiento.
Una Invitación a Bordo
En definitiva, estas dos embarcaciones no solo ofrecen un refugio histórico en el moderno paisaje de Puerto Madero, sino que también son una invitación abierta no solo a sumergirse en el pasado, sino a reflexionar sobre el presente y el futuro de la exploración marítima en Argentina. Maizares concluye: “No me queda más que continuar invitándolos a todos a conocer mucho más sobre la historia de la Mar Argentina, que contribuye a la historia del país, y a recibirlos a bordo”. Con un simple paso, los visitantes pueden sumergirse en un mundo donde el legado y la innovación convergen en un emocionante viaje a través del tiempo.
