El panorama en los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires está marcado por un conflicto que ya lleva más de seis semanas de duración. Los residentes y concurrentes de los hospitales se han movilizado incansablemente en busca de una reivindicación salarial justa y el reconocimiento de sus condiciones laborales, que muchos denuncian como precarias. Las demandas no han encontrado una respuesta satisfactoria del Ministerio de Salud local, encabezado por Fernán Quirós, lo que ha llevado a los manifestantes a continuar con sus acciones de protesta.
“Estamos en la sexta semana, hoy, si no me equivoco en los cálculos, fue la onceava jornada de lucha”, indicó Laura, residente del Hospital Pena. Las acciones han incluido paros laborales y movilizaciones al Ministerio de Salud, con el fin de visibilizar una problemática que consideran insostenible. Una de las principales exigencias de los residentes es la recomposición salarial. “Nuestro salario está casi en la línea de pobreza”, asegura Laura. “Tenemos compañeros que garantizan ochenta o cien horas semanales de trabajo”, agregó, destacando la dedicación y esfuerzo desmedido que implica su labor.
La oferta salarial presentada por el Ministro Quirós ha sido motivo de decepción y malestar, al quedar “lejísimo de nuestro reclamo”, afirma Laura. Actualmente, un residente que ingresa percibe un salario de 121 mil pesos, y la propuesta del ministerio fue incrementarlo a 140 mil pesos, cifra que, según los manifestantes, sigue sin alcanzar la canasta básica familiar y ni hablar del costo de vida en la capital.
A esto se suma otro factor crucial, el de los concurrentes – profesionales que, a pesar de trabajar “cumpliendo servicios a la par nuestro”, no perciben salario alguno. “El ministro hoy dijo que, finalmente, esto no le importaba, era una elección de la persona”, declaró Laura, manifestando el descontento con esta postura del gobierno. La falta de reconocimiento económico y de condiciones laborales dignas para los concurrentes es una cuestión que consideran de extrema gravedad y que también está dentro de sus banderas de lucha.
La respuesta de los residentes y concurrentes ha sido tajante: “Hoy la propuesta del gobierno la hemos rechazado, y no solamente la hemos rechazado, sino que la asamblea que sucedió después ha votado por continuar el paro, paro por tiempo determinado, sin guardias y con movilización mañana a la jefatura de gobierno porteña”, sentenció Laura. Estas estrategias buscan seguir ejerciendo presión para obtener una solución más acorde con sus necesidades.
La vida de los residentes está marcada por un constante aprendizaje y arduo trabajo, hecho que se agudiza con la situación de precariedad actual, generando que “muchísimos cargos de residentes quedaron vacantes” este año, como consecuencia de la baja postulación dada la falta de atractivo salarial y condiciones laborales adversas. Un problema grave, dado que menos residentes significa una menor capacidad de atención en hospitales públicos, deteriorando aún más el sistema de salud de la ciudad.
El viernes está programada una nueva reunión con Fernán Quirós, donde esperan haber avanzado con sus reclamos. “Ellos dicen que van a tener una nueva oferta, y esperemos que la oferta sea una oferta más razonable con respecto a lo que pedimos”, expresó Laura con la expectativa de finalmente recibir una propuesta que respete el esfuerzo y la dedicación de los trabajadores de la salud.
Mientras tanto, las protestas y huelgas son las herramientas que este cuerpo de profesionales esenciales elige utilizar para hacer escuchar su voz. En un contexto en donde la pandemia de Covid-19 ha puesto en evidencia la importancia de los trabajadores de la salud, parece más urgente que nunca dar una respuesta adecuada a quienes sostienen una parte fundamental del sistema sanitario. “Realmente sin residentes, sin concurrentes, no hay hospital”, resumió Laura, poniendo en relieve el peso vital de su trabajo cotidiano y la urgencia de una solución justa.
El desenlace de esta situación sigue siendo incierto, pero lo que es seguro es que los residentes y concurrentes no piensan bajar los brazos en su lucha por lo que ellos consideran derechos básicos e indispensables: condiciones de trabajo justas, seguridad y un salario digno. La ciudad será testigo de cómo continúa desarrollándose una historia que representa el grito de muchos sectores laborales en Argentina, una historia que defiende la dignidad laboral y la justa retribución para quienes entregan su tiempo y su vida al servicio de los demás.