Andrés Burgo vivió esta copa de una forma diferente. Desde Argentina y no in situ, su experiencia fue principalmente como aficionado, compartiendo ese histórico momento con su hijo de seis años. “A mí me encantó estar acá, porque, nada, fue estar con mi hijo, que tiene seis años, y es su primer Mundial con conciencia”, comentó Burgo. Esta edición del Mundial fue especial no solo por ser el primero de su hijo sino también por realizarse en verano, una estación que Burgo asegura potencia la experiencia futbolística.
El camino al Mundial no fue sencillo. Según Burgo, sus expectativas iniciales eran casi nulas. “El gol de Messi contra el Real Madrid ni lo grité”, confesó. Sin embargo, conforme el torneo avanzaba, la percepción cambió. Algo despertó en el equipo, una chispa que ya había brillado durante la Copa América previa. Y en el corazón de esta transformación, Lionel Messi jugó un papel fundamental. “Messi tiene casi todo que ver en eso”, añadió. Este sentimiento creció después del partido con Países Bajos, donde la confianza de Burgo en el equipo se solidificó: “Vamos a estar campeones”, se repetía junto a sus amigos.
La final contra Francia fue un partido épico y un enfrentamiento que muchos, incluyendo Burgo, consideran de las mejores en la historia del fútbol. Desde el punto de vista de Burgo, “yo creo que son los cinco mejores partidos de este, del fútbol”. Enfrentar a un equipo como Francia, liderado por la estrella emergente Kylian Mbappé, fue un duelo de titanes. Con tres goles, “es un delirio lo que hizo el chabón”, destacó Burgo refiriéndose a Mbappé.
Un aspecto interesante discutido por Burgo fue el inesperado héroe al final de la tanda de penales. Gonzalo Montiel, por un momento, acaparó todos los reflectores al anotar el penal decisivo. “Orgullo River Plate”, afirmó Burgo, recordando al club de su corazón.
Este campeonato también fue una reivindicación para Lionel Scaloni, el entrenador de la selección. A pesar de las dudas iniciales sobre su capacidad, Scaloni demostró astucia y estrategia. “No pegaba nada, nada, nada, absolutamente nada”, confesaba Burgo sobre sus primeras impresiones. Sin embargo, la experiencia de Scaloni, al igual que la de su equipo técnico compuesto por exjugadores con un rico bagaje internacional, fue clave. “Ayala, Samuel, Aymar… entre los cuatro jugaron 55 años en Europa”, mencionó, destacando el conocimiento colectivo que llevaban a la selección.
Por supuesto, no se puede hablar de este triunfo sin mencionar a Lionel Messi, cuya actuación fue más allá de lo imaginable. A punto de retirarse del fútbol internacional, Messi sigue siendo una fuerza incomparable. “Es como hablar del amor” cuando se trata de describir a Messi, reflexionó Burgo. Este Mundial permitió que la discusión sobre si Messi es el mejor futbolista de la historia se llevara a un nivel más serio: “Hoy ya no es menos que, o al menos ya no está de más en una mesa con Maradona y con Pelé”.
El Mundial de Qatar 2022 no solo le dejó a Argentina un trofeo más en su vitrina, sino que también reafirmó ciertos cambios que ya se vislumbraban en el fútbol moderno. Burgo lo destaca desde el punto de vista táctico, observando cómo el estilo de Scaloni refleja un equilibrio entre ofensiva y defensiva que muchos equipos buscan. “Scaloni sea un técnico más joven del mundial. Y que aparte baje esta línea”, comentó con respecto a la filosofía integrada del cuerpo técnico.
Este triunfo es un reflejo del trabajo y la evolución del fútbol argentino, dando lugar a una nueva generación para quienes el ’86 es ya una leyenda del pasado, mientras que el 2022 es la gloria presente. “A mí me encanta el 86 porque es mi época. Pero me encanta que los pibes tengan su propia época”, concluye Burgo, marcando un cierre emotivo a lo que fue no solo una gran final, sino un punto de inflexión en la rica historia del fútbol argentino, visto desde la cercanía de un hogar y la calidez de la familia.
En resumen, el análisis de Andrés Burgo no solo nos ofrece una perspectiva de un apasionado por el fútbol, sino una visión íntima de lo que fue experimentar esta hazaña desde casa, celebrando con las generaciones más jóvenes y recordándonos que, aunque los escenarios cambien, la pasión por el fútbol sigue siendo un hilo constante que conecta pasados gloriosos con presentes emocionantes.