Metrobús en Avenida Alberdi: Una Obra en Medio de la Controversia

Metrobús en Avenida Alberdi: Una Obra en Medio de la Controversia

El proyecto del Metrobús en la Avenida Alberdi sigue en el ojo de la tormenta. A pesar de las numerosas quejas y protestas de vecinos, vecinas y comerciantes locales, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires parece avanzar con su implementación. El desarrollo de esta infraestructura, que busca mejorar el transporte público, enfrenta una rotunda oposición por parte de la comunidad afectada.

Cristina Sotile, una de las voces más activas en contra del proyecto, expresó su preocupación por el impacto económico y social que la obra tendría en la zona. “Los comerciantes están preocupados por sus negocios, su medio de vida”, comenta Sotile. Desde hace semanas, los protagonistas de estas denuncias han realizado diversas movilizaciones pacíficas, como señala Jorge Helger, presidente del Centro de Comerciantes de Avenida Alberdi. “La movida del jueves fue muy numerosa y ruidosa, acompañada por bocinazos de apoyo”, relata Helger.

El proyecto también despierta inquietudes por el posible daño ambiental. Los opositores al Metrobús señalan que la obra implicaría la tala de árboles y la reducción de las veredas, alterando la vida diaria de los residentes y el ecosistema del área. En sus palabras, Cristina llama a tomar nota de la situación: “El arbolado es lo único que nos protege del cambio climático”.

Sin embargo, los problemas van más allá del entorno ecológico. Cristina advierte sobre el fenómeno de la gentrificación, donde estas transformaciones urbanas desplazan a las comunidades originales al no poder afrontar los cambios económicos que conllevan. “Esto no es un daño colateral, está planificado”, asegura, refiriéndose al temor de que este proceso se traduzca en un encarecimiento de la vida en la zona.

A medida que la obra avanza, las tensiones continúan creciendo. La comunidad sigue firme en su postura, organizándose para expresar su rechazo a esta política de hechos consumados. “Recordemos que este tipo de políticas se llaman extractivistas”, concluye Cristina, recordando el carácter depredador que puede tener una urbanización sin consenso.

El diálogo entre el gobierno y los afectados sigue siendo una asignatura pendiente. Mientras tanto, la Avenida Alberdi se mantiene como el escenario de una lucha que enfrenta el deseo de modernización contra el anhelo de preservar la identidad y calidad de vida de su comunidad.