El Arte de la Improvisación en el Corazón de Boedo
“Siempre pasan cosas nuevas”, dice Florencia Ruiz al describir la experiencia de tocar con Mono Fontana. No es simplemente un concierto, es un “diálogo” que se teje en cada encuentro, un intercambio constante que involucra a todos los presentes. Los shows de estos dos artistas son verdaderos lienzos en blanco que se completan con la energía del público, dejando claro que cada presentación es única e irrepetible. “Ya son 12 años y te diría que ningún show fue igual al otro”, afirma Ruiz.
Florencia, quien también regresó recientemente de una serie de actuaciones en Portugal y Uruguay, donde participó en un festival de jazz junto a Hugo Fattoruso, comparte su emoción por regresar al escenario local. Este concierto en Boedo se convierte no solo en una oportunidad para revivir sus clásicos, sino también para presentar canciones nuevas, preámbulo de un nuevo disco que sigue a sus trabajos anteriores, “Rumiante” y “Aullido”. Este será el capítulo final de una trilogía que promete profundizar aún más en su exploración musical.
La Magia de No Ensayar
“¿Cómo es el trabajo?, ¿se juntan de vez en cuando?” preguntan muchos intrigados por la química desbordante de Ruiz y Fontana. Para sorpresa de todos, la artista revela: “No, nunca nos juntamos, nunca jamás”. El proceso detrás de sus presentaciones es casi tan sorprendente como el resultado final. La intuición y la conexión instintiva definen su colaboración. No necesitan ensayos repetitivos ya que han desarrollado un entendimiento musical que permite que cada show se estructure “en el momento”, enriquecido por pequeñas y mágicas improvisaciones. “Cuando tocás con otra persona, se multiplica eso, se multiplica por las personas que nos vienen a escuchar, a compartir”, menciona Florencia.
El Mono Fontana, reconocido por su habilidad para transformar cualquier melodía en una experiencia sensorial, juega un papel fundamental en este proceso. Ruiz lo compara con compartir el campo de juego con Messi, alguien que constantemente desafía las expectativas con su talento improvisador. “Para mí, es un privilegio tremendo”, confiesa, sintetizando la importancia de esta relación musical y personal.
Un Aspecto Humano
El sábado próximo posee, sin embargo, un interrogante importante. Debido a problemas de salud, la presencia del Mono Fontana aún está en el aire. Florencia aborda la incertidumbre desde una perspectiva humana y realista: “Yo como amiga quiero que se sienta bien, y si no se siente bien…”, lo primordial es su bienestar. Además, Florencia deja claro que su música no tiene sustituto: “Lo que sí no me va es como reemplazar, viste, bueno, viene él y viene otro.”
Aún así, el compromiso de Florencia con su audiencia permanece inquebrantable. Con el mismo entusiasmo explica que está más que preparada para llevar a cabo el espectáculo sola, si es necesario, brindando a la audiencia la experiencia de su arte en su forma más pura y personal, solo con su guitarra y su voz.
La Esencia de Ser Cápsula
Florencia expresa su deseo de que “la música sea primero” en sus presentaciones. Ella busca que sus actuaciones “no compitan” con su presencia, sino que su voz y guitarra sean portales hacia un universo que puedan explorar quienes se aventuren a escuchar. Ilustra su punto con una anécdota sobre Mercedes Sosa, quien aconsejaba a sus músicos que no compitieran con sus voces, una lección que ella mantiene viva.
El mundo musical de Ruiz está diseñado para que el mensaje y la emoción resuenen primero, por encima de cualquier espectáculo. Ella busca que el público entre en la propuesta de sus “canciones”, invitándolos a un viaje íntimo más allá de lo visible.
Un Encuentro Obligado en Páramo Cultural
Con entradas disponibles a través de Passline, Páramo Cultural se convierte en el punto de reunión donde estas experiencias sonoras e íntimas cobrarán vida. Para todos aquellos que busquen una experiencia musical genuina, Florencia Ruiz en Boedo no es solo un concierto, sino una oportunidad para descubrir la profundidad de un talento que sigue evolucionando y sorprendiendo.
“La historia es el viaje”, dice Florencia, y este próximo sábado promete ser un viaje inolvidable para los amantes de la buena música en Boedo. Con suerte, acompañada de Fontana, o sola con su guitarra, Ruiz garantiza una noche en la que la esencia de la música será protagonista, en uno de los barrios más emblemáticos de Buenos Aires.