Mario Santuccio, uno de los principales impulsores de esta iniciativa y director de la revista Crisis, conversó sobre los propósitos y funcionalidades de esta innovadora herramienta. “Es una herramienta ciudadana, nosotros la pensamos como una plataforma digital, donde la idea es intentar ejercer un control ciudadano, un control social del accionar de la policía de la ciudad”, explicó Santuccio. Esta declaración subraya el objetivo principal del mapa: capacitar a los ciudadanos para que tomen parte activa en la supervisión de las fuerzas de seguridad, ofreciéndoles acceso a información detallada sobre la estructura jerárquica y las actividades de la policía.
El mapa, accesible a través del sitio mapadelapolicia.com.ar, proporciona una visión general de las comisarías y de los funcionarios que encabezan estas divisiones. Santuccio subrayó la importancia de “transparentar, visibilizar, quiénes son los encargados o los responsables de este accionar” en un contexto donde el gobierno de la ciudad de Buenos Aires ha sido reticente a compartir esta información crucial.
Más allá de mapear la estructura organizativa de la policía, la plataforma ofrece una funcionalidad que puede tener un impacto significativo: un formulario de denuncia para casos de violencia policial. Esta herramienta permite a cualquier usuario que haya sido víctima o testigo de abuso policial reportar estos incidentes de forma segura y anónima. “Es quizás la [herramienta] que más puede ser útil… que tiene que ver con un formulario de denuncia de los hechos de violencia policial que cualquiera puede o ser víctima o ser testigo”, comentó Santuccio. Este sistema no solo facilita la documentación de estos eventos, sino que también fomenta una cultura de responsabilidad y supervisión entre la ciudadanía.
La plataforma incluye recursos y guías para situaciones cotidianas, como el procedimiento a seguir si se es detenido por la policía o cómo documentar incidentes de abuso de poder. Además, hay una sección dedicada a investigaciones que genera informes y análisis profundos sobre problemáticas específicas relacionadas con la actuación policial.
En cuanto a la coyuntura política y la imagen de efectividad en seguridad que se intenta proyectar desde la administración de la ciudad, Santuccio fue crítico del discurso oficialista. “A ver, lo que tiene como asidero el planteo de La Reta [Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la ciudad] es que, efectivamente, la Ciudad de Buenos Aires logró construir una policía propia con mucho dinero”, señaló Santuccio. Sin embargo, advierte que este discurso puede ser oportunista y difícil de implementar en otras regiones del país con contextos considerablemente diferentes.
La relación entre los ciudadanos y la policía es un tema cargado de sensibilidad. En este sentido, el mapa busca romper con la naturalización de la violencia policial, mostrando que es posible denunciar y combatir estas prácticas. “Lo que nosotros promovemos es decir, no, nosotros tenemos que salir a dar la discusión cultural, social, sobre que no, la represión policial no se puede legitimar”, enfatizó Santuccio. Bajo este enfoque, la plataforma anima a los ciudadanos a convertirse en agentes activos que contribuyan a la narrativa pública sobre los derechos humanos y la seguridad.
Las cifras preliminares sugieren que la herramienta ha sido bien recibida, con un volumen significativo de denuncias que superan las registradas por organismos oficiales, lo cual demuestra su potencial para amplificar voces que frecuentemente no son escuchadas. “Una herramienta como esta, que yo creo que está teniendo mucha eficacia, y ha promovido una cantidad de denuncias que, por ejemplo, superan con creces a las que reciben los organismos oficiales”, destacó Santuccio.
El Mapa de la Policía de la Ciudad, más que un simple recurso digital, se está consolidando como un símbolo de empoderamiento ciudadano y un llamado a la acción contra la violencia institucional. En un tiempo donde la democracia argentina está a punto de celebrar sus 40 años, iniciativas como esta nos recuerdan la importancia de defender los derechos adquiridos y adaptarlos a los desafíos contemporáneos. “Recuperar esa capacidad… es un legado nuestro, es una capacidad, el movimiento de derechos humanos que hemos tenido, pero que tenemos que actualizarlo”, concluyó Santuccio, dejando claro que el compromiso con una justicia social inclusiva y responsable sigue vigente.