La integrante de la Cátedra Libre de Ingeniería Civil de la Facultad de Buenos Aires analiza los impactos de la construcción desenfrenada, la crisis en el barrio porteño y el rol del gobierno de Larreta en estos desarrollos inmobiliarios.
Habíamos hablado un poco al comienzo de este programa sobre una situación, vamos a ponerle ese nombre, una situación que se viene dando en el barrio de Núñez y tiene que ver con el mercado inmobiliario, tiene que ver con la construcción desenfrenada y tiene que ver, seguramente ahora nos va a decir María Eva Cousovitis, si tiene que ver con los negocios de la Reta, pero tiene que ver con lisa y llanamente la destrucción de la propiedad privada de muchos vecinos y vecinas que están padeciendo, gracias a las torres que se construyen, en este caso, en el barrio de Núñez. Para eso, para hablar de este tema, estamos en comunicación con María Eva Cousovitis, entre otras cosas, integrante de la Cátedra Libre de Ingeniería Civil de la Facultad de Buenos Aires. Eva, buenas noches.
Gracias como siempre a vos que nos atendés y nos desasnas de unas cuantas cosas, en este caso, una grieta, pero no hablamos de una grieta política, sino de una serie de grietas muy reales. ¿Qué es lo que está pasando?
Estos últimos días, casi todos los medios de comunicación estuvieron informando que en la zona próxima a dos torres que están construyéndose en el barrio de Núñez, allá en la casa Arribeños, estamos hablando de, a la vuelta del estadio de obra, más de 40 familias están sufriendo daños estructurales muy graves en sus viviendas y en sus locales comerciales. Hablamos de una zona de aproximadamente tres manzanas alrededor de la construcción de estas dos torres, en Arribeños, al 3400. La zona afectada es el polígono de la calle Arribeños, de la calle Núñez, Juana de Azurduy y la calle Grecia. ¿Qué es lo que está pasando? La depresión de la Napa, que provoca el bombeo del agua para poder construir los subsuelos de estas dos megatorres en la calle Arribeños, lo que está generando es que el suelo y el subsuelo se asienten de manera diferente y entonces estas construcciones vecinas empiecen a hundirse. Estamos hablando, como decías vos, de paredes agrietadas, de caños de gas que se rompen y entonces tenemos fugas de gas, estamos hablando de vigas que se despedan, estamos hablando de fachadas de viviendas que están rajadas de punta a punta, estamos hablando de puertas y de ventanas que no cierran porque la construcción se deformó, de pisos que se hunden. La realidad es que estamos frente a una situación muy grave en la zona de Núñez, en donde muchas familias han tenido o que dejar sus casas o que dejar sus locales comerciales. La verdad es que esta es la cara visible del impacto que tiene esta lógica de la sobreconstrucción sin límite, algo de lo que vos en tus programas y muchas veces hemos conversado.
Ahora, ¿qué es lo insólito de todo esto?
Lo insólito es que al lado de estas dos torres que están llevando al colapso tres manzanas a la redonda, la Secretaría de Desarrollo Urbano del gobierno de la ciudad acaba de darle luz verde a una nueva torre, que es un nuevo convenio urbanístico. Es decir, en el terreno de al lado, en donde se están construyendo estas dos torres que hoy tiene colapsado el entorno del barrio, el gobierno de la ciudad acaba de darle luz verde a un convenio urbanístico, es decir, a una excepción al código para hacer una torre más que viola el código de 77 metros de altura. Lo único que falta para que construyan una nueva torre violando el código de 77 metros de altura al lado de las dos torres que ya están construyéndose es que la mayoría automática de la legislatura porteña lo apruebe.
¿Cómo se puede…? Hay varias cosas que quiero preguntarte. Primero es, a ver si entiendo, los tipos para construir las torres sacan agua del subsuelo para poder hacer los subsuelos de las torres. Eso provoca que la tierra tenga movimientos y por eso las casas se salen de escuadras, se empiezan a romper y demás. ¿No le pasa nada a esas estructuras que están construyendo? ¿Por qué no se rompen los edificios que están construyendo y sí las casas de los vecinos?
A ver, vos lo explicaste muy bien. En realidad ellos están construyendo subsuelos en estas torres. Por lo tanto, para construir esos subsuelos lo que hacen es eliminar mediante un sistema de bombeo el agua. Chupan el agua de las napas para mantener sin agua estos subsuelos que están en construcción. A medida que chupan el agua de las napas también van chupando y generando movimientos en los suelos vecinos. Por este motivo es que las construcciones que se encuentran en los alrededores empiezan a tener lo que se denomina técnicamente como asentamientos diferenciales. Es decir, los cimientos sobre los cuales apoyan las construcciones vecinas, que en una de esas son construcciones que no tienen tanta altura y que por lo tanto sus cimientos están calculados para construcciones de no tanta altura. Es decir, no son construcciones cuyos cimientos tengan refuerzos estructurales como los de estas megatorres que están en construcción. Esos asentamientos diferenciales hacen que entonces esas construcciones vecinas empiecen a tener grietas, fisuras, a tener además deformaciones en los elementos estructurales, como por ejemplo en las vigas. En algunas de las construcciones vecinas han tenido que clausurar algunas plantas porque el asentamiento y los desplazamientos de los elementos estructurales han hecho necesario la clausura de algunas plantas y de algunos elementos. Por lo tanto, acá lo que estamos es frente, en primer lugar, a la consecuencia de esta lógica de la construcción descontrolada sin ninguna evaluación de impacto. Estas torres se construyen sin tener en cuenta los impactos que generan en su entorno. Y en segundo lugar, lo que vemos es que frente a este escenario el gobierno avanza en la parcela de al lado, en el terreno de al lado, para construir una nueva torre. Una nueva torre que además viola el código. Es decir, es un convenio urbanístico que, violando el código, le permite a la desarrolladora inmobiliaria construir, al lado de estas dos torres en construcción, una tercera torre de 77 metros.
Claro, este código que vos mencionas es la excepción a la regla que le permite el gobierno de Horacio Llorides Larreta a sus amigos empresarios para que hagan las cosas por fuera de lo que establece el código. O sea, es el permisito.
Exactamente. En el año 2018, el gobierno de Larreta intentó convencer a la ciudadanía porteña de que la ciudad de Buenos Aires, en donde hace 70 años viven 3 millones de habitantes, la teníamos que transformar en una ciudad de 6 millones. Es decir, lo que nos plantearon era que teníamos que duplicar la población de la ciudad de Buenos Aires y para eso había que modificar el código de edificación y el código urbano. Aparece entonces el debate del código urbanístico y en el año 2018 se aprueba el código urbanístico. Este nuevo código, que estaba pensado para que en la ciudad de Buenos Aires pudieran habitar 6 millones de personas, habilitó la sobreconstrucción de entre un 300 y un 700% en distintas zonas de la ciudad de Buenos Aires. En ese entonces nos opusimos a la aplicación de este código urbanístico porque entendíamos que iba a llevar al colapso al conjunto de los barrios porteños. La verdad era delirante pensar en una ciudad de 6 millones de habitantes cuando desde la década del 50, en la ciudad de Buenos Aires, viven 3 millones, es decir, la mitad. Por supuesto que eso además fue una excusa porque sí, lo que es cierto es que a partir de entonces la sobreconstrucción sin límite llevó al colapso al conjunto de los barrios de casas bajas. Pero esta sobreconstrucción en general es una sobreconstrucción suntuosa y ociosa. Es decir, se construyen miles y miles de metros cuadrados de viviendas que nadie habita y que tampoco nadie va a habitar. La realidad es que no contentos con este código urbanístico que está generando enormes rechazos en el conjunto de los barrios porteños y prueba de eso son las diferentes asambleas en los barrios de Núñez, Bajo Belgrano, Cabasito, Villa del Parque, Devoto, Chacarita, que vienen organizándose para ponerle un límite a esta lógica de la sobreconstrucción desenfrenada, han habilitado, hace un tiempo atrás, un nuevo mecanismo para privilegiar a los privilegiados de siempre. No alcanzó el código urbanístico. Ese nuevo mecanismo son los llamados convenios urbanísticos. ¿Qué es un convenio urbanístico? Es una excepción a lo que establece el código. Es un privilegio para las grandes desarrolladoras inmobiliarias. En la legislatura uno pensaría que lo que se votan son cuestiones comunes. Es decir, votamos leyes que lo que hacen es promover el bien común. La verdad es que no, eso no pasa en la legislatura porteña. En la legislatura porteña se votan privilegios para los privilegiados de siempre, que son los sectores inmobiliarios financieros. Esos privilegios se denominan convenios urbanísticos. Es decir, excepciones al código. ¿A cambio de qué? A cambio de plata. Las empresas hacen lobby y lo que logran, a cambio de dinero, es violar el código. Entonces, esos convenios urbanísticos que han venido proliferando en la Ciudad de Buenos Aires, es más, el año pasado llevamos adelante una campaña que la habíamos llamado el convenio virus, porque teníamos permanentemente en la legislatura porteña votaciones de convenios urbanísticos, de excepciones a la norma. La realidad es que se están construyendo dos torres, está colapsada el barrio de Núñez, en particular esta zona del barrio de Núñez, alrededor de estas dos torres, y el gobierno avanza dándole luz verde a un nuevo convenio urbanístico para construir al lado de estas dos torres, una torre más. Pero también, la verdad que lo…
Sí. Sí, dos cosas, porque se nos acaba el tiempo, pero quisiera saber, esto, ¿quién lo paga? ¿Quién paga esta jodita? ¿Qué va a pasar con estos vecinos que están perdiendo nada más y nada menos que sus casas o los comerciantes, su comercio, su modo de subsistencia? Vos que estás en contacto con tantas asambleas y organizaciones, ¿qué es lo que está diciendo toda esta gente y cómo se están organizando para hacerle frente a…? Porque aparte estamos en un momento bisagra, se vienen las elecciones, se postula para presidente con Gerardo Morales como candidato a vice. ¿Cómo se está moviendo el barrio de Núñez ante este problema?
Mira, el barrio de Núñez fue uno de los primeros barrios que se organizó frente al avance del código urbanístico. Fueron a la justicia, la justicia no nos dio la razón, entonces arrancaron los semaforazos y los banderazos. El barrio de Núñez, como el Bajo Belgrano y el barrio River, lograron en la legislatura porteña aprobar una ley que le ponía límite a la aplicación del código urbanístico en sus barrios. Pero fueron de los primeros barrios que le pusieron límite a esta lógica de la sobreconstrucción especulativa. Lo insólito en este caso, y esto sí me parece importante poder mencionarlo, es que después de votar en la legislatura porteña el festival de convenios urbanísticos, el precandidato a jefe de gobierno, Martín Lustó, hace muy poquitos días en sus redes posteaba que quería respetar la identidad de los barrios sin más excepciones al código. Se ve que el precandidato a jefe de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires o tiene poca memoria o no está al tanto de lo que vota su bloque, el bloque de evolución, o capaz, bueno, a partir de ahora ha tomado la definición de no votar las excepciones al código. ¿Cómo nos venimos organizando? Estamos juntándonos con diferentes asambleas de la Ciudad de Buenos Aires para llevar adelante una acción colectiva de amparo que revise el código urbanístico y que genere instancias de participación real. Por eso es que venimos recorriendo diferentes barrios de la ciudad y juntando apoyos para llevar adelante esta acción colectiva de amparo que concretamente le ponga un límite al código urbanístico que hoy está colapsando al conjunto de los barrios porteños. La verdad es que esta acción colectiva de amparo que vamos a presentar, supongo que en aproximadamente dos semanas, va a ser la acción colectiva de amparo que va a tener mayor cantidad de actores judiciales. Es decir, los vecinos y las vecinas de la Ciudad de Buenos Aires son protagonistas en esta acción colectiva de amparo como actores judiciales para ponerle un límite al colapso y la destrucción de los barrios porteños. No solamente llevaron adelante esta lógica de la sobreconstrucción sin ninguna evaluación de impacto ambiental, sino que no ha habido ninguna readecuación de la infraestructura ni tampoco ha habido ninguna planificación de lo que nosotros denominamos el equipamiento urbano. Es decir, sobreconstruimos el 700%, no readecuamos, por ejemplo, las redes de agua, no readecuamos los tendidos eléctricos, no construimos los jardines de infantes necesarios ni tampoco los centros de salud. La realidad es que la Ciudad de Buenos Aires hace 16 años que viene siendo planificada por el sector inmobiliario financiero que tiene sus representantes en la legislatura porteña. Y algo muy importante, porque estamos en campaña electoral, en la Ciudad de Buenos Aires se van a renovar 30 bancas de legisladoras y de legisladores. Si de esas 30 bancas que hoy están en juego y que se van a renovar en estos próximos meses, 20 de ellas quedan en manos de los representantes del poder inmobiliario financiero, como sucedió hace dos años, entonces en la legislatura de las 60 bancas, 40 van a estar en poder de los representantes de las grandes desarrolladoras inmobiliarias. Y eso les va a permitir, con esos 40 votos de 60, modificar la Constitución de la Ciudad, modificar la Ley de Comunas, modificar el Código Electoral, es decir, modificar por completo el conjunto de las reglas de juego institucionales. Por eso es que me parece que hoy está en juego el destino de la legislatura. Nosotros necesitamos poder recuperar la legislatura porteña para que deje el sector inmobiliario financiero de condicionar nuestro presente y nuestro futuro, y podamos ser quienes habitamos la Ciudad de Buenos Aires quienes podamos entonces decidir cómo queremos vivir.
Gracias, como siempre.
María Eva Cousovitis, de la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria, del Frente… Bueno, ella tiene varias militancias, de hecho se están postulando con el movimiento La Ciudad Somos Quienes la Habitamos como una alternativa política más en el menú de opciones para las próximas elecciones.