En un contexto de creciente tensión socioeconómica, las políticas de alquiler en Argentina se han convertido en un eje de debate crucial tanto para los políticos en campaña como para los inquilinos que enfrentan dificultades cada vez más intensas. En este marco, Horacio Rodríguez Larreta, candidato y actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ha lanzado una serie de propuestas que prometen revolucionar el mercado inmobiliario, pero que no han estado exentas de críticas y controversias.
Inquilinos al Frente del Debate
Estamos en comunicación con Gervasio Muñoz, referente de Inquilinos Agrupados, para discutir el estado actual del alquiler de viviendas y las recientes medidas anunciadas. Muñoz subraya un fenómeno reciente pero crucial: la visibilización de las problemáticas de los inquilinos. “Creo que con los años, se ha logrado que se vuelva público; ya no es vergonzoso contar que uno alquila y en qué condiciones alquila”, comenta.
Este cambio cultural es significativo porque permite que se politice el debate sobre el alquiler de vivienda, generando una discusión pública sobre el rol del mercado y del Estado. Según Muñoz, el primer paso hacia cualquier tipo de organización es la identificación de un problema común. “Que la gente empiece a hablar de sus problemas y compartirlos con otros es como la precuela o la semilla de una organización”, subraya.
Propuestas Polémicas y Retrocesos
En plena campaña presidencial, y con las elecciones PASO a la vuelta de la esquina, Rodríguez Larreta ha enfocado parte de su estrategia en el alquiler de viviendas, calificando a la actual Ley de Alquileres como un fracaso. Sin embargo, las medidas propuestas por Larreta recuerdan a políticas económicas pasadas, algunas tan antiguas como las del plan de Martínez de Hoz durante la dictadura.
Entre las propuestas más controversiales se encuentran las exenciones impositivas para constructoras, la desregulación total del precio de los alquileres y el objetivo de aumentar la oferta de viviendas en un país que, según Muñoz, ya cuenta con un excedente. “Las medidas que hoy planteó Larreta tienen mucho de las medidas económicas de acceso a la vivienda que anunció en el 77 Martínez de Hoz”, sostiene Muñoz.
Además, Larreta ha propuesto que los contratos de alquiler vuelvan a ser por dos años y que se ofrezcan créditos en un país con un 45% de pobreza—a juicio de Muñoz, una idea absolutamente cínica.
Un Mercado Inmobiliario Sesgado
Las propuestas de Rodríguez Larreta se han percibido como un intento de favorecer al sector inmobiliario en detrimento de los inquilinos. En palabras de Muñoz, “lo que estamos viendo es que las políticas de vivienda están más pensadas para favorecer los negocios que para garantizar que la vivienda sea un derecho”.
Este escepticismo no es infundado. En la política argentina, las promesas de viviendas accesibles frecuentemente no se cumplen. Un notable ejemplo es la promesa de Mauricio Macri de construir un millón de viviendas durante su campaña presidencial, una promesa que quedó incumplida.
El Rostro Humano del Problema del Alquiler
No obstante, uno de los puntos más críticos que señala Muñoz es la construcción de una narrativa que victimiza a los pequeños propietarios mientras invisibiliza a los grandes tenedores de bienes raíces. Esta narrativa justifica y perpetúa un sistema económico que privilegia la generación de rentas sobre la producción y el trabajo genuino.
“En un sistema que describías, creo que es necesario no nombrarlo…”, afirma Muñoz. “La figura del jubiladito que tiene un departamentito en alquiler es la forma de invisibilizar a un sector de mucho poder económico que se ha encargado de extraernos nuestro salario aprovechándose de la necesidad de tener un lugar donde vivir”.
El resultado es un capitalismo rentista y parasitario que agrava la desigualdad y la injusticia social. Muñoz agrega: “Cada vez hay más inquilinos y menos propietarios con más propiedades. Estas son las consecuencias de un sistema como este”.
Propuestas Alternativas
Frente a este panorama, Inquilinos Agrupados plantea alternativas que incluyen la prohibición de viviendas vacías y la promoción de viviendas públicas sin alquiler. Según Muñoz, estas acciones son necesarias para detener el crecimiento de un mercado inmobiliario que viola sistemáticamente los derechos de los inquilinos.
“Este sistema rentista es insostenible, genera desigualdad, genera violencia, y pone en jaque a la democracia”, concluye Muñoz, enfatizando la urgencia de organizar a los inquilinos en la lucha por sus derechos.
El Horizonte Político y la Esperanza de Cambio
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la cuestión del alquiler de viviendas se ha convertido en un tema central para varios candidatos. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre si las promesas de campaña se traducirán en acciones concretas que mejoren la vida de los inquilinos.
Esperemos que los candidatos y las candidatas presten la debida atención a esta grave problemática y que, finalmente, se desarrollen políticas que prioricen a las personas por sobre los intereses económicos del sector inmobiliario. Gervasio Muñoz y otros activistas continuarán su lucha, comprometiéndose a mantener vivo el debate y a seguir buscando soluciones concretas para un sistema profundamente arraigado en la injusticia.
Este análisis busca reflejar las múltiples capas de un problema complejo, evidenciando no sólo las polémicas en torno a las medidas propuestas, sino también las raíces culturales y económicas que perpetúan la crisis del alquiler en Argentina.
