El reciente proyecto del Metrobús en las avenidas Alberdi y Directorio ha generado un profundo descontento entre los habitantes de Mataderos, Flores y Floresta. Esta transcripción de la opinión de Jorge, un residente afectado, revela las críticas sobre la falta de consulta, los problemas generados en el tránsito y la preocupación por el futuro de los pequeños comerciantes locales.
Recientemente, se ha inaugurado un nuevo proyecto de Metrobús en las avenidas Alberdi y Directorio, en la Ciudad de Buenos Aires, una obra que ha generado un malestar considerable entre los habitantes de Mataderos, Flores y Floresta. En una conversación con Jorge, un residente afectado, emergen una serie de preocupaciones y críticas fundadas sobre esta iniciativa gubernamental.
Una Obra Inconsistente con las Necesidades Reales
Jorge no titubea al expresar su descontento: “una obra que ha hecho el gobierno de la ciudad, inconsulta, innecesaria y aparte onerosa”. Subraya que el proyecto se llevó a cabo sin la consulta adecuada a las comunidades locales, contrariamente a lo que estipula la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Este descuido no solo ha generado una serie de inconvenientes, sino que también ha irritado a los residentes, quienes sienten que sus prioridades no han sido tomadas en cuenta.
Impacto Negativo en Infraestructuras Vitales
La crítica se extiende a las condiciones actuales del barrio, específicamente en relación con la infraestructura fundamental, como hospitales y escuelas. Jorge menciona que “tenemos un hospital con falta de equipamiento y también una serie de escuelas que se están viniendo abajo”. La inversión masiva en un Metrobús, según él, parece injustificable en un contexto donde recursos significativos son necesarios para áreas más críticas como la salud y la educación.
El Metrobús: Un Proyecto Mal Planeado
Un punto de crítica significativo es la configuración misma del Metrobús. La implementación de carriles centrales en avenidas de sentido único es, según Jorge, una decisión ilógica. “Un metrobús en avenidas de mano única central es totalmente ilógico”, menciona, destacando que un carril preferencial por la derecha habría sido una alternativa más efectiva. El diseño actual impide el sobrepaso entre colectivos, creando congestión y dificultando el flujo de tránsito.
Limitaciones en el Estacionamiento y el Tránsito Peatonal
Uno de los efectos más inmediatos y visibles del nuevo Metrobús es la pérdida de espacios de estacionamiento. Jorge señala que “se ha perdido la posibilidad del estacionamiento, más allá de algunas cárceles que han hecho en la zona del complejo comercial de los sanitarios”. Esto no solo dificulta la vida diaria de los residentes, sino que también tiene un impacto directo en la actividad comercial, especialmente en los pequeños negocios que dependen del acceso fácil para sus clientes.
El Metrobús Como Barrera Urbana
La conversación también aborda cómo el Metrobús ha dividido físicamente las avenidas, dañando la interconexión de los barrios. “La presencia de este carril en el medio, entonces se convirtió a la avenida Alberdi en dos avenidas”, explica Jorge. Esta división no solo complica el tránsito de vehículos, que ahora no pueden cambiar fácilmente de un lado a otro, sino que también afecta la dinámica peatonal y la cohesión urbana, creando una especie de barrera visual y física.
El Comercio Local en Peligro
Jorge también anticipa que los pequeños comerciantes locales serán los más afectados por esta obra. La dificultad para estacionar y el cambio en el flujo peatonal y vehicular exigen que los negocios más grandes y con mayores recursos puedan adaptarse, mientras que los negocios más pequeños “va a tener que emigrar”. Esto podría desembocar en un desplazamiento significativo de pequeños comerciantes, a favor de desarrollos inmobiliarios más grandes y más lucrativos.
El Ferrocarril Sarmiento: Una Prioridad Desatendida
El análisis de Jorge se extiende más allá del proyecto específico del Metrobús, para abordar otras cuestiones críticas de transporte en la ciudad, como el Ferrocarril Sarmiento. Según él, la solución óptima para este problema siempre ha sido subterránea, no el viaducto propuesto recientemente. “La solución es la trinchera, ni el soterramiento, ni el viaducto”, comenta basándose en opiniones de expertos en la materia.
Conclusión: Una Lucha Continua por la Mejora Urbana
Para Jorge y muchos de sus vecinos, la disputa sobre el Metrobús no ha terminado. Siguen luchando por lo que consideran un desarrollo urbano más sensato y consultado. “Nosotros seguimos peleando por estas cuestiones, no bajamos los brazos, nos preocupa la segunda etapa”, recalca, poniendo de manifiesto el deseo y la determinación de la comunidad de no rendirse frente a una política que consideran injusta y perjudicial.
Esta obra, percibida por muchos como un símbolo de decisiones políticas desacertadas y mal informadas, sigue siendo un tema candente en la agenda pública local. En última instancia, la controversia en torno al Metrobús de Mataderos no solo revela fallos en la planificación urbana, sino también una desconexión más profunda entre las necesidades de las comunidades y las decisiones de sus líderes.