Cambio, Cambio: Una mirada fresca al microcentro porteño

Cambio, Cambio: Una mirada fresca al microcentro porteño

Una nueva película argentina traerá a las salas de cine una historia que combina amor, economía informal y la idiosincrasia porteña, destacándose por una original forma de abordar estos temas tan cotidianos y conocidos.





El 16 de noviembre se estrenará “Cambio, Cambio” en diversos cines del país. Dirigida por Lautaro García Candela y protagonizada por Ignacio Quesada y Camila Peralta, esta película ha generado muchas expectativas tras su paso por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde recibió una mención especial del jurado.



La trama se centra en un joven de Olavarría, quien trabaja como volantero en una icónica parrilla del centro de Buenos Aires. La historia se desenvuelve cuando este joven se ve fascinado por el mundo de los “arbolitos”, aquellos personajes que se dedican a la compra y venta informal de divisas en la calle Florida. Sin embargo, lo que destaca inmediatamente es la forma en que Lautaro García Candela mezcla esta realidad con una historia de amor que conforma el corazón del relato.



Candela explicó que “la historia de los arbolitos, el mundo de los arbolitos, es algo que a mí me surgió cuando me mudé… Yo vivo a tres cuadras ahí de Florida y Lavalle y me mudé en 2019”. La atmósfera y las experiencias cotidianas vividas en este barrio inspiraron al director a crear una película que reflejara estas realidades, mientras evita caer en el estereotipo y la estigmatización.



Otro elemento distintivo de la película es la ambientación durante la pandemia de COVID-19. La filmación se realizó en este período, lo cual presentó tanto desafíos como oportunidades. Lautaro comenta: “Fue toda una discusión. Porque nada más es actualizado que el precio del dólar”. En su película anterior, filmada en 2018, “el dólar estaba a 17 y cuando la estrenamos estaba a 25”. Este contexto fluctuante y volátil del valor del dólar se siente como un fondo omnipresente en el film. No obstante, el director subraya que intentaron no cargar las tintas demasiado en el tema del precio del dólar, dado que se trata de una realidad que viene afectando a Argentina desde hace muchos años.



Candela también se mostró consciente de las implicancias y desafíos de filmar en el microcentro porteño, un lugar lleno de vida y complejidades. Dijo: “Bueno, a mí Buenos Aires es una ciudad que me encanta, me fascina, me parece hermosa”. Esta fascinación por la ciudad se traduce en la película como un personaje más, un telón de fondo activo que aporta a la narrativa una sensación de autenticidad.



La película juega constantemente con la línea entre la ficción y el documental. Candela destaca que “la película es una película muy convencional. El chico conoce a la chica, va a hacer un plan, es como que apela mucho a lo genérico, a la convención, pero a la vez por detrás están pasando un montón de cosas, un montón de cosas que uno no controla”. Este equilibrio permite a “Cambio, Cambio” mantener al espectador inmerso en una atmósfera tanto familiar como intrigante.



En cuanto a los actores, Lautaro García Candela menciona que el proceso de casting fue clave. Se dio cuenta rápidamente de que Quesada y Peralta tenían la presencia y el talento necesarios para los papeles principales. El director detalla que, aunque “Nacho parece una persona como muy pequeña… tiene como una inocencia y qué sé yo, pero tiene presencia. Y lo mismo con Camila”.



La preparación para retratar el mundo de los arbolitos no fue sencilla, especialmente porque es un entorno que roza lo ilegal. Candela resalta que se hizo “un trabajo muy importante de investigación… de hablar con gente que trabaja ahí, de hablar con arbolitos, de hablar con cueveros”. Este nivel de detalle permitió que la filmación se realizara de manera respetuosa y realista, asegurándose de no estorbar la actividad cotidiana de estos “arbolitos”.



Un punto final, pero significativo, fue cómo el rodaje y la narrativa de “Cambio, Cambio” logran capturar la belleza y complejidad del microcentro porteño. Candela se inspiró en la visión de la ciudad durante la pandemia, cuando las calles estaban vacías y permitían una perspectiva diferente. “En la pandemia caminaba por la calle vacía… y ahí encontraba que había una belleza, había una belleza impresionante en la ciudad, que es la de la arquitectura”, reflexiona.



En conclusión, “Cambio, Cambio” no solo ofrece una historia intrigante y conmovedora, sino que también invita a los espectadores a redescubrir Buenos Aires bajo una luz nueva y apasionante. Es una película que promete resonar tanto con aquellos que conocen de cerca la dinámica del microcentro como con quienes buscan una historia bien contada y profundamente humana. Sin duda, una cita imperdible en la cartelera cinematográfica.