La anunciada política de ajuste del nuevo gobierno profundiza el malestar social y económico.
Los recientes anuncios del gobierno, liderado por Javier Milei, han confirmado los temores de muchos: el ajuste no será sobre la llamada “casta”, sino sobre el pueblo argentino. En esta editorial, exploramos las implicaciones sociales y económicas de estas medidas y analizamos la fragilidad de la situación actual en el país.
Responsabilidad Histórica y Presente
Luis Caputo, ex Ministro de Finanzas y uno de los artífices de la deuda más significativa que el país ha tomado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha vuelto a ser central en el escenario político y económico. Es importante recordar que esta deuda es una de las principales causas de la situación crítica en la que se encuentra Argentina. A esto se suma el reciente gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, cuyas políticas fracasadas no lograron revertir la crisis económica.
Impacto en la Vida Cotidiana
El panorama para los inquilinos es desolador; muchos enfrentan una desesperación que pocos habían experimentado antes. A la dificultad de pagar los alquileres se suman los aumentos en las tarifas de servicios, como el transporte y la energía, que se convertirán en un golpe aún más severo para las finanzas familiares.
El gobierno ha anunciado un incremento del 100% en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros planes sociales. Sin embargo, esta medida puede ser insuficiente. Aunque la AUH se duplicará, alcanzando alrededor de 18.000 pesos por hijo, esta cifra es prácticamente inservible frente a la inflación y el aumento del costo de vida.
Posible Hiperinflación y Devaluación
La reciente devaluación del 100% del peso argentino anticipa un futuro de alta inflación. Recordando la hiperinflación de la época de Raúl Alfonsín, la situación actual podría desembocar en un escenario similar, aunque tal vez menos vertiginoso.
Sergio Massa, siguiendo directrices del FMI, había implementado una devaluación del 20% tras las elecciones, lo que disparó la inflación a más del 10% mensual durante dos meses consecutivos. Con la devaluación actual, es previsible que los precios de todos los alimentos se dupliquen en los próximos meses, una predicción que no debería sorprender a nadie.
División Social y Crisis Política
Las políticas del nuevo gobierno parecen destinadas a mantener a los sectores más empobrecidos dependientes de los subsidios gubernamentales, evitando así una gran movilización social. Mientras tanto, los trabajadores con salarios registrados, que ya están luchando por mantener sus estándares de vida, enfrentarán mayores presiones económicas.
La crisis social podría agudizarse debido a esta estrategia de ajuste, que parece confiar en la falta de una conducción política unificada para canalizar el descontento. En este contexto, figuras políticas como Axel Kicillof, que gobierna la Provincia de Buenos Aires, no parecen dispuestas ni capacitadas para liderar la resistencia de manera efectiva.
Continua Falta de Representación
La reciente asunción de Axel Kicillof, donde la presencia de Cristina Fernández subrayó su influencia constante, ilustra la crisis de representación y liderazgo en el bloque opositor. La continuidad de funcionarios del gobierno de Alberto Fernández en la administración de Milei sugiere una falta de ruptura real y deja al descubierto las conexiones entre los últimos gobiernos.
En conclusión, la situación en Argentina es crítica y requiere una reflexión profunda sobre las medidas que se deben tomar para salir de este ciclo de crisis. Mientras los problemas económicos y sociales se agravan, la falta de una estrategia política clara y de liderazgo efectivo en la oposición complica aún más el panorama.