El Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra en una encrucijada. Con casi dos décadas de existencia, su Jardín de Infantes “Construyendo Jugando” enfrenta una crisis profunda debido a la falta de financiamiento y apoyo del gobierno de la ciudad. Hablamos con Leonor Rojas, una de las referentes del MOI, para entender la situación en la que se encuentran y los desafíos que enfrentan en este momento crítico. Un Jardín con Historia y Pedagogía Innovadora El jardín “Construyendo Jugando” nació en 2005, creado en respuesta a la falta de políticas adecuadas para la primera infancia en Buenos Aires. En sus inicios, surgió como una necesidad imperante dentro de la comunidad del MOI, destinado a proveer un espacio seguro y educativo para niños y niñas de 45 días a 3 años. A través de los años, el jardín no solo ha sobrevivido, sino que ha prosperado, ofreciendo un modelo educativo basado en métodos como la pedagogía de la ternura, Reggio Emilia e ICLIC, enfocándose en ver al niño como el sujeto principal de su aprendizaje. Los Primeros Años y el Apoyo Gubernamental En 2013, el jardín firmó un convenio con el Ministerio de…
El Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra en una encrucijada. Con casi dos décadas de existencia, su Jardín de Infantes “Construyendo Jugando” enfrenta una crisis profunda debido a la falta de financiamiento y apoyo del gobierno de la ciudad. Hablamos con Leonor Rojas, una de las referentes del MOI, para entender la situación en la que se encuentran y los desafíos que enfrentan en este momento crítico.
Un Jardín con Historia y Pedagogía Innovadora
El jardín “Construyendo Jugando” nació en 2005, creado en respuesta a la falta de políticas adecuadas para la primera infancia en Buenos Aires. En sus inicios, surgió como una necesidad imperante dentro de la comunidad del MOI, destinado a proveer un espacio seguro y educativo para niños y niñas de 45 días a 3 años. A través de los años, el jardín no solo ha sobrevivido, sino que ha prosperado, ofreciendo un modelo educativo basado en métodos como la pedagogía de la ternura, Reggio Emilia e ICLIC, enfocándose en ver al niño como el sujeto principal de su aprendizaje.
Los Primeros Años y el Apoyo Gubernamental
En 2013, el jardín firmó un convenio con el Ministerio de Educación de la ciudad bajo la Gerencia Operativa del Ministerio (Goy), dirigido en ese entonces por Soledad Acuña, para convertirse en un Espacio Educativo de Primera Infancia (EPIS). Inicialmente, el gobierno apoyó la iniciativa proporcionando recursos significativos, incentivado por la innovación pedagógica que representaba. Este apoyo permitió al jardín crecer y mantener altos estándares tanto en calidad educativa como en infraestructura.
Desfinanciamiento y Crisis Económica
Sin embargo, a partir de 2019, el gobierno comenzó a reducir el financiamiento, una situación que se agravó durante la pandemia de 2020. “En 2020 no hubo ningún aumento en las becas por niño, lo que comenzó a tensionar fuertemente nuestras finanzas”, explica Leonor Rojas. La estructura de financiamiento no permite al jardín competir con los salarios del sistema educativo público. Mientras que un educador en el sistema de la ciudad gana casi 400,000 pesos por 3 horas y 15 minutos de trabajo, los educadores del MOI reciben solo alrededor de 130,000 pesos por 4 horas de trabajo.
Un Conflicto de Filosofías
El MOI opera bajo una estructura cooperativista, en contraste con la lógica capitalista del sistema educativo estatal. Esta diferencia filosófica y práctica ha llevado a una falta de entendimiento y apoyo por parte del gobierno. “La cultura cooperativista del MOI choca de frente con el modelo capitalista del gobierno,” comenta Leonor. Pese a los esfuerzos de la comunidad y la calidad de los educadores, la presión económica está llevando a los profesionales formados a migrar hacia el sistema estatal en busca de mejores remuneraciones.
El Apelativo al Gobierno y la Respuesta Silenciosa
El 6 de febrero de este año, el MOI envió una carta al jefe de gobierno, expresando respetuosamente la urgente necesidad de fondos adicionales para mantener y expandir las operaciones del jardín. Desde entonces, han recibido respuestas formales que indican que no hay recursos disponibles para aumentar el financiamiento. “Nos preocupa esto porque hay 60 familias que no tienen dónde dejar a sus niñas para poder salir a trabajar”, enfatiza Leonor.
La Situación Actual y las Expectativas Futuras
El lunes pasado, las familias y el personal del jardín se manifestaron frente a la sede del gobierno, realizando una actividad pedagógica para visibilizar su situación. Sin embargo, no fueron recibidos por nadie del gobierno. “Es la primera vez en más de 30 años de militancia que ni siquiera el portero nos atiende”, afirma Leonor con pesar.
Pese a las dificultades, la comunidad del MOI sigue luchando, determinada a no cerrar las puertas del jardín. “Hace 10 años trabajamos sin que el Estado se haga cargo, lo hicimos a pulmón y ahora sentimos que no quieren financiar a nuestras niñeces,” añade Leonor. La falta de respuesta y apoyo financiero pone en peligro no solo el bienestar de los niños y niñas, sino también la estabilidad laboral de los educadores y el sustento de muchas familias.
Conclusión
El Jardín “Construyendo Jugando” del MOI es un ejemplo vivo de resistencia comunitaria y compromiso con la primera infancia. Sin embargo, su supervivencia pende de un hilo debido a la desidia del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La comunidad necesita una respuesta urgente y acciones concretas para evitar que un pilar fundamental en la educación inicial y el bienestar social sea desmantelado. Este caso subraya la necesidad de políticas públicas coherentes y comprometidas con el desarrollo integral de la infancia, reconociendo y apoyando las iniciativas comunitarias que trabajan incansablemente por el bien común.
Es imperativo que las autoridades escuchen y actúen, no solo por el jardín y su comunidad, sino por el futuro de todos los niños y niñas de Buenos Aires.