La histórica manifestación reunió a millones en defensa de las universidades públicas y contra los recortes presupuestarios.
El día de hoy se vivió una jornada histórica en la Ciudad de Buenos Aires y en cada rincón de Argentina que alberga una universidad pública. La Marcha Federal por la Educación Pública se alzó como un grito de resistencia, trascendiendo la mera protesta para convertirse en una verdadera fiesta popular. Claudia Baigorria, Secretaria de Formación de la CONADU Histórica y una de las protagonistas de esta movilización, compartió su experiencia y perspectivas en una entrevista con nosotros.
Un Festín de Unidad y Esperanza
“Más que una marcha, fue una fiesta popular”, nos relató Claudia Baigorria, quien describió con entusiasmo la vibrante atmósfera que se vivió en la Plaza de Mayo y en múltiples localidades del país. Con más de dos millones y medio de estudiantes en el sistema universitario nacional, la movilización mostró un apoyo abrumador a la educación pública, evidenciando la preocupación del pueblo argentino ante la amenaza de perder derechos fundamentales.
Una Convocatoria Masiva y Diversa
La Marcha Federal no solo congregó a estudiantes y docentes, sino que también atrajo a sindicatos, como la CGT y la CTA de los Trabajadores, y a trabajadores de la economía popular. “La mayoría de las personas se arrimó porque presintió la posibilidad de seguir perdiendo derechos”, explicó Baigorria, recordando las luchas pasadas contra el gobierno de Mauricio Macri. La preocupación actual es aún más intensa, considerando que el gobierno de Javier Milei lleva apenas cuatro meses en funciones y ya ha implementado un ajuste económico drástico en el sistema universitario.
Un Gobierno Provocador y Antiestado
Baigorria no escatimó en críticas hacia la administración actual, describiendo a Milei como un gobierno “provocador y antiestado”. Según sus palabras, los recortes no solo afectan a las universidades, sino también a los gobiernos provinciales, con consecuencias devastadoras como el incremento exorbitante de tarifas y la eliminación de subsidios vitales. “Lo que buscan es la asfixia, no para que cierren las universidades, sino para que cobren aranceles y solo los ricos puedan pagar”, advirtió.
Una Memoria Histórica Resistente
La movilización de hoy no solo fue una reacción al ajuste presupuestario. También se fundamentó en lo que Baigorria denominó “memoria histórica”. La secretaria subrayó el valor de la salud y la educación como pilares básicos que el pueblo argentino se niega a ver mermados. Y, en un giro interesante, señaló que incluso muchos votantes de Milei en la Universidad de Buenos Aires (UBA) participaron para manifestar su descontento: “Que la facultad de medicina tenga que tener parte de las luces cortadas o el ascensor sin funcionar… eso es letal”.
La Universidad Pública No se Resigna
A lo largo de la entrevista, Baigorria destacó repetidamente el prestigio y la importancia de las universidades públicas argentinas. Con cinco premios Nobel y múltiples reconocimientos a nivel mundial, las instituciones educativas nacionales son un tesoro que Milei no puede permitirse destruir, aunque su objetivo pueda ser otro. “Le interesa que cobren aranceles y que puedan pagar los ricos, no le interesa cerrarlas porque él sabe el prestigio que tienen nuestras universidades”, explicó.
El Reto de Enfrentar un Gobierno Inhumano
Claudia Baigorria no se contuvo en criticar lo que considera una actitud inhumana del gobierno de Milei, comparándolo incluso con tiempos de dictadura en algunos aspectos. La marcha de hoy es vista como un primer gran paso para frenar las políticas de agresión y deshumanización: “Nuestro pueblo está para más, entonces hay que ver la posibilidad entre todos humildemente”, concluyó.
El Dilema de la Respuesta Gubernamental
Finalmente, la entrevistada se refirió a la gran incógnita sobre cómo reaccionará el gobierno de Milei ante esta movilización colosal. Existe incertidumbre sobre si este evento será un punto de inflexión o si desatará una respuesta aún más agresiva. “Estamos frente a un grupo de energúmenos tuiteros que creen que la vida pasa solamente por redes sociales y la vida está en la calle todos los días, en lo cotidiano”, lamentó Baigorria, enfatizando la necesidad de diálogo y acción concreta.
Una Esperanza Renacida
En resumen, la Marcha Federal por la Educación Pública no solo fue una demostración de unidad y resistencia, sino también una manifestación de esperanza. Claudia Baigorria expresó su optimismo cauteloso y resaltó la importancia de seguir construyendo a partir de esta histórica demostración de fuerza: “Nuestro pueblo quiere dejar de sufrir y esa es la responsabilidad que tenemos sobre nuestras espaldas muchos y muchas de quienes asumimos una responsabilidad sindical”.
La voz de Baigorria, junto con la de millones de argentinos, resuena fuerte y clara: la educación pública es un derecho inalienable que no será cedido sin lucha. La historia se está escribiendo en las calles, y cada marcha, cada grito, fortalece el compromiso de un pueblo que se niega a retroceder.