La Universidad y su Rol en la Sociedad: Más Allá de la Formación Académica

La Universidad y su Rol en la Sociedad: Más Allá de la Formación Académica

Un análisis de la importancia de las instituciones académicas en la integración y el soporte comunitario a través de programas multidisciplinarios y el impacto de sus investigaciones.



En un diálogo perspicaz y apasionado, Cristina Sottile, una voz reconocida en el ámbito académico y social, desentrañó las múltiples capas de significancia que poseen las universidades, más allá de ser únicamente “fábricas de profesionales”. Abordó temas fundamentales como la inserción y la inclusión sociales, así como los servicios múltiples que estas instituciones prestan a la comunidad en sus diversas facetas.

La universidad como núcleo de servicios a la comunidad

Cristina puso de relieve la vinculación de las universidades, específicamente la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el tejido social a través de servicios directos. El hospital de clínicas de la UBA, por ejemplo, no solo forma a futuros médicos y paramédicos sino que también atiende a pacientes sin ningún tipo de discriminación. Lo mismo ocurre con la facultad de odontología, que ofrece servicios dentales a la población, demostrando así que la educación y el servicio a la comunidad pueden y deben coexistir.

“No es solo formar profesionales. Hay un contacto directo con la comunidad que implica algo más allá del puro conocimiento teórico”, afirmó Sotile. Este enfoque arraigado en la extensión universitaria destaca los talleres abiertos a la comunidad, que van desde el apoyo escolar hasta seminarios avanzados en filosofía y visitación de museos con fines educativos.

Investigación e impacto social

La conversación también navegó por las sendas de la investigación. La UBA, como muchas universidades públicas argentinas, no se limita a la enseñanza; participa activamente en investigaciones que pueden parecer complejas y alejadas del entendimiento común, pero que tienen un impacto tangible en la vida de las personas. Sotile mencionó las investigaciones en ciencias exactas, “incomprensibles” para muchos, pero cuyo valor se materializa en aplicaciones prácticas como, históricamente, la penicilina.

Además, destacó la flexibilidad académica para investigar diversos campos, como la teoría sociológica o las distintas escuelas de economía. “Kicillof eligió la escuela keynesiana, pero alguien puede investigar sobre la escuela austríaca y no enfrentará obstáculos”, explicó, subrayando la libertad académica como un valor fundamental.

Libros y bibliotecas: Acceso para todos

Otro punto vital que Sotile abordó es el acceso a recursos bibliográficos. Las bibliotecas de la Universidad de Buenos Aires están abiertas a toda la comunidad, no solo a los estudiantes. “Uno puede entrar en la biblioteca de cualquiera de las facultades solo presentando el DNI y consultar libros”, comentó Cristina, enfatizando la relevancia de democratizar el acceso al conocimiento.

Extensión y cultura: formación no excluyente

La entrevista también hizo hincapié en la amplia gama de actividades culturales y formativas que ofrecen las universidades bajo el paraguas de la extensión universitaria, lo cual incluye coros, talleres de diversas disciplinas y participaciones en proyectos artísticos. Cristina argumentó que esto hace que las universidades sean instituciones que integran educación con cultura y expresión social, enriqueciendo aún más el espectro de sus aportes a la sociedad.

La enseñanza y la percepción social: Una reflexión necesaria

La conversación se tornó crítica cuando se discutió por qué, en un país con una tradición educativa sólida, se ha llegado a cuestionar la importancia de la formación académica. Sotile sugirió dos puntos clave para entender esta paradoja contemporánea: la deficiencia en la transmisión cultural del valor de la educación y un movimiento deliberado para disminuir la capacidad crítica de la población.

“Un pueblo que no está formado es más fácil de dominar”, recalcó citando a Paulo Freire. También sugirió que la adopción de actitudes disruptivas y el menosprecio a los estudios formales se relacionan con una estrategia para evitar que el patio trasero de las grandes potencias se rebele, perpetuando así relaciones de poder desiguales.

Conclusión: Hacia una concepción integral de la educación

En resumen, Cristina Sotile ofreció una visión multidimensional de las universidades, destacando que estas instituciones desempeñan un papel crucial no solo en la formación profesional, sino también en la integración y el soporte comunitario a través de una variedad de programas y servicios. Su reflexión subraya la importancia de valorarlas y apoyarlas como pilares del desarrollo social y cultural.

El diálogo de Sotile invita a una reflexión necesaria sobre la educación y su papel en la construcción de sociedades informadas, libres y participativas. Y en tiempos donde la importancia de la formación es cuestionada, recordar y resaltar el amplio espectro de servicios y beneficios que ofrecen las universidades es esencial para mantener una sociedad crítica y bien fundamentada.