La Ciudad de Buenos Aires está experimentando una transformación significativa, especialmente en su famoso microcentro. Sin embargo, esta transformación viene acompañada de acusaciones de favoritismo y privilegios económicos. María Eva Koutsoubitis, conocida activista y vocera de la plataforma Frente de Organizaciones Salvador Herrera, habló recientemente con nosotros sobre este tema y puso en perspectiva la controversia alrededor del emblemático Edificio del Plata.
El Edificio del Plata, ubicado estratégicamente en la avenida 9 de Julio, ha sido un espacio icónico para los porteños, donde muchos realizaron trámites y pagaron multas. Sin embargo, el edificio ha cambiado de manos y de propósito en los últimos años, convirtiéndose en un ejemplo paradigmático de los cuestionados negocios de bienes raíces que están moldeando el futuro de la Ciudad de Buenos Aires.
Transformación del Microcentro
Durante la pandemia, el microcentro porteño, conocido por su actividad vibrante y su densa concentración de comercios, oficinas y teatros, quedó prácticamente deshabitado. En respuesta a esta nueva realidad, el gobierno de la ciudad promovió un plan para convertir esta área en una zona de viviendas residenciales. La idea básica, inspirada en la necesidad de reactivar áreas urbanas desocupadas en ciudades de todo el mundo, parecía sensata. Pero como suele ocurrir en política, las buenas ideas a veces se desvían hacia fines cuestionables.
La Legislatura de Buenos Aires sancionó una ley a finales de 2021 que incentivaba a las empresas a invertir en proyectos de reconversión en el microcentro. Estas empresas podrían descontar sus inversiones del pago a cuenta del impuesto de ingresos brutos. Sin embargo, según Koutsoubitis, este beneficio fiscal no está disponible para todos los porteños, sino que parece destinado a los “beneficiados de siempre”.
El Caso del Edificio del Plata
El destino del Edificio del Plata ilustra claramente estas inconsistencias. Originalmente un espacio para trámites municipales, el edificio fue vendido en 2016 durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta a Banco Hipotecario, cuyo propietario es el empresario Eduardo Edelstein. La venta misma fue objeto de críticas, pues según Koutsoubitis, el edificio fue “malvendido” por 68 millones de dólares. Las oficinas gubernamentales que antes operaban en este edifico fueron trasladadas a otras ubicaciones por las que la ciudad ahora paga alquileres, un acuerdo que parece financieramente perjudicial para el gobierno local.
Actualmente, Banco Hipotecario planea invertir 23 mil millones de pesos en la reconversión del Edificio del Plata a uso residencial, y gracias a los incentivos fiscales de la ley de 2021, recibirá un beneficio de 14 mil millones de pesos al descontar esta inversión de sus impuestos sobre ingresos brutos en toda la ciudad. Esto, argumenta Koutsoubitis, significa que los porteños están, en efecto, regalando esa cantidad de dinero al mayor terrateniente urbano de la ciudad para que haga un negocio inmobiliario lucrativo.
¿A quién Beneficia Realmente la Reconversión?
Un punto crucial de la crítica de Koutsoubitis es que la ley de reconversión del microcentro no establece condiciones claras sobre el tipo de viviendas que se crearán. No diferencia entre viviendas para alquiler temporario, diseñadas principalmente para el turismo, y las viviendas sociales, que son una necesidad urgente en una ciudad con una grave crisis habitacional. Este vacío legal permite que grandes terratenientes urbanos, como Eduardo Edelstein, aprovechen beneficios fiscales configurados para facilitar inversiones que pueden no atender las necesidades reales de vivienda de los residentes de Buenos Aires.
Para Koutsoubitis, este escenario es un ejemplo más de cómo las políticas urbanas terminan favoreciendo a un pequeño grupo de empresarios a costa del bienestar general. Mientras miles de familias de Buenos Aires luchan por llegar a fin de mes, políticas como estas perpetúan un modelo económico injusto y desigual.
El Rol de Jorge Macri en la Historia Reciente
El actual jefe de gobierno, Jorge Macri, también está involucrado en esta polémica. Recientemente, lanzó un nuevo programa de créditos UBA, diseñado explícitamente para facilitar la compra de viviendas en el microcentro. En palabras de Koutsoubitis, esto completa el círculo del negocio inmobiliario: primero se vendió el Edificio del Plata, luego se le subsidió la reconversión a Edelstein y, finalmente, se le garantiza la demanda a través de créditos accesibles para adquirir estas nuevas viviendas.
Un Futuro Incierto para Buenos Aires
En última instancia, la controversia alrededor del Edificio del Plata y la reconversión del microcentro porteño cuestiona las prioridades del gobierno de la ciudad y lanza una sombra sobre las prácticas de gestión inmobiliaria en Buenos Aires. Aunque la transformación del microcentro podría revigorizar el área y ofrecer nuevas oportunidades de vivienda, las formas en que se están implementando estas políticas plantean serias preocupaciones sobre equidad, justicia y el manejo responsable de los recursos públicos.
La conversación con María Eva Koutsoubitis expone una realidad que exige atención y respuesta tanto de los ciudadanos como de los responsables políticos. Es esencial que los posibles beneficios de la reconversión urbana no se conviertan en otro capítulo de privilegios para unos pocos, a costa del patrimonio y el bienestar de la mayoría.
