El Desguace de la Salud Pública en la Ciudad de Buenos Aires: Una Crónica de Deterioro y Privatización

El Desguace de la Salud Pública en la Ciudad de Buenos Aires: Una Crónica de Deterioro y Privatización

La salud pública en la Ciudad de Buenos Aires atraviesa uno de sus momentos más críticos. A través de una conversación con Héctor Ortiz, licenciado en enfermería y referente de la Agrupación Hospitales de la Ciudad de Ate, nos adentramos en la problemática que afecta a uno de los pilares fundamentales del bienestar social: la salud. El cierre de la sala de recuperación de pacientes cardíacos del Hospital Durán, un servicio crucial y de referencia tanto a nivel local como nacional, simboliza una situación de emergencia sanitaria que no es un caso aislado, sino que refleja un patrón de decadencia y desinversión estructural. La Decadencia de un Sistema El Hospital Durán, ubicado estratégicamente en el centro geográfico de la capital, solía ser un referente en la atención de emergencias cardiológicas. Hoy, la realidad es muy distinta. “Han tomado la decisión de prácticamente cerrarla”, afirma Ortiz, refiriéndose a una sala de internación con quirófanos que hasta hace poco salvaba vidas. El cuadro que describe no se limita a esta sala; afecta a servicios tan diversos como neurología, hemodinamia y cardiología. Equipos viejos y obsoletos, falta de profesionales y una infraestructura en deterioro pintan un panorama desalentador no solo en el Durán,…



La salud pública en la Ciudad de Buenos Aires atraviesa uno de sus momentos más críticos. A través de una conversación con Héctor Ortiz, licenciado en enfermería y referente de la Agrupación Hospitales de la Ciudad de Ate, nos adentramos en la problemática que afecta a uno de los pilares fundamentales del bienestar social: la salud. El cierre de la sala de recuperación de pacientes cardíacos del Hospital Durán, un servicio crucial y de referencia tanto a nivel local como nacional, simboliza una situación de emergencia sanitaria que no es un caso aislado, sino que refleja un patrón de decadencia y desinversión estructural.

La Decadencia de un Sistema

El Hospital Durán, ubicado estratégicamente en el centro geográfico de la capital, solía ser un referente en la atención de emergencias cardiológicas. Hoy, la realidad es muy distinta. “Han tomado la decisión de prácticamente cerrarla”, afirma Ortiz, refiriéndose a una sala de internación con quirófanos que hasta hace poco salvaba vidas. El cuadro que describe no se limita a esta sala; afecta a servicios tan diversos como neurología, hemodinamia y cardiología. Equipos viejos y obsoletos, falta de profesionales y una infraestructura en deterioro pintan un panorama desalentador no solo en el Durán, sino en todos los hospitales de la ciudad.

El Hospital de Niños Pedro de Elizalde, conocido popularmente como el Cazacuna, tampoco escapa a esta realidad. Ortiz, con 39 años de antigüedad en dicho hospital y 40 en el Durán, es testigo de un deterioro paulatino y sostenido: “hay un abandono completo en la salud”, asevera. La situación se extiende a otros centros de salud como el Hospital Moyano, el IREP, el Ramos Mejía y el Fernández, lo cual sugiere que el problema es sistémico y no meramente coyuntural.

Privatización: La Solución que Nunca Llega

La crítica de Ortiz a las políticas públicas de salud en la Ciudad de Buenos Aires es directa y contundente: “Todo es privado y nada funciona bien”. Desde la gestión privada de servicios básicos como el mantenimiento, la limpieza, la vigilancia y la cocina, la falta de inversión es evidente. “Los dueños no invierten un peso en los hospitales”, denuncia. La precariedad de los servicios tercerizados se manifiesta en situaciones tan graves como el cierre temporal de una unidad de terapia intensiva por problemas con el sistema de aspiración central. La respuesta de las autoridades, cuando existe, se limita a soluciones parche que no abordan las raíces del problema.

En esta línea, Ortiz menciona numerosos problemas, desde fallas en la calefacción y el aire acondicionado hasta fugas de agua en las salas y quirófanos. Esta situación no solo compromete la calidad de la atención, sino que pone en riesgo la seguridad de los pacientes y el personal de salud.

La Educación en Peligro

Un aspecto igualmente preocupante es el impacto sobre la formación de nuevos profesionales de la salud. La sala de recuperación del Hospital Durán no solo funcionaba como un centro de atención, sino también como una “sala de recuperación escuela”. La clausura de este servicio afecta la capacitación de especialistas futuros, un golpe a la sostenibilidad y calidad del sistema de salud argentino. La falta de residentes en diversas especialidades es un problema creciente, exacerbado por la falta de insumos y condiciones dignas de trabajo. “El residente prefiere irse al estado nacional o al estado privado”, señala Ortiz, indicando una tendencia alarmante en la deserción de nuevos profesionales del sistema público de la ciudad.

Un Futuro Preocupante

El deterioro de la salud pública en Buenos Aires es inevitablemente un reflejo de la política general implementada en los últimos 16 años. La administración de recursos por parte de gobiernos que han priorizado la privatización, como la gestión del PRO durante las administraciones de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, ha llevado a una profunda crisis. “Ellos piensan con una mentalidad empresarial”, resume Ortiz, sugiriendo que la lógica del lucro ha desplazado al bienestar público.

La figura de Fernán Quiroz, actual Ministro de Salud y profesional con un background en la medicina empresarial, es un punto crítico dentro de este análisis. Quiroz, quien proviene del Hospital Italiano, es acusado por Ortiz de intentar trasladar una lógica mercantilista a los hospitales públicos: “Para ellos, el hospital si no se cobra no les sirve”.

Reflexión Final

La situación de los hospitales público en Buenos Aires es una clara advertencia sobre los peligros de la privatización desmedida y la falta de inversión en servicios esenciales. Con miles de vidas en juego y la formación de futuros profesionales como rehén de políticas ineficaces, es crucial abrir un debate serio y profundo sobre el futuro de la salud pública en Argentina.

Las voces como la de Héctor Ortiz son más necesarias que nunca para visibilizar y denunciar estas problemáticas. Solo a través de la exposición y el diálogo abierto se podrá aspirar a revertir esta preocupante tendencia y recuperar un sistema de salud que realmente sirva al bienestar de la comunidad.

Héctor Ortiz en Contexto

Ortiz no es simplemente un denunciante; es un testigo directo y activo de un sistema que ha ido degradándose ante sus ojos durante más de cuatro décadas. Su perspectiva añade un valor incalculable a esta narrativa, ya que no solo se basa en datos, sino en la experiencia vivida. Las declaraciones de Ortiz deben ser un llamado a la acción tanto para los ciudadanos como para los responsables políticos, con el objetivo de rescatar y revitalizar un servicio de salud que ha sido, y debe seguir siendo, un pilar esencial para la sociedad argentina.