El Hospital que Nunca Fue: La Realidad del Cecilia Grierson en la Zona Sur de Buenos Aires

El Hospital que Nunca Fue: La Realidad del Cecilia Grierson en la Zona Sur de Buenos Aires

A pesar de ser anunciado oficialmente y contar con un edificio, el Cecilia Grierson no cumple con los estándares necesarios para ser considerado un hospital. Vecinos de la zona sur de Buenos Aires llevan años clamando por una infraestructura sanitaria adecuada.



Durante la semana pasada, llegó a nuestras manos un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires que expone una problemática que ha sido una constante en el área sur: la falta de un verdadero hospital. Hablamos específicamente del Hospital Cecilia Grierson, una institución médica que, a pesar de tener un nombre, un edificio y una dirección catastral, no cumple con los requisitos mínimos para ser denominada como tal.

Para profundizar sobre este tema, detallamos algunos puntos clave del informe, discutidos en una entrevista con Lisandro Teschiewicz, auditor de la Ciudad de Buenos Aires.

Historia de una Promesa Incumplida

El Hospital Cecilia Grierson ha sido mencionado repetidas veces en las últimas campañas electorales para jefe de gobierno. El oficialismo lo contabiliza como un hospital más en la ciudad; sin embargo, los vecinos y la Auditoría General denuncian que no cumple con los estándares necesarios de un hospital general de agudos.

Una Sala de Primeros Auxilios, No un Hospital

Uno de los hallazgos más significativos del informe es que el Cecilia Grierson “no cumple con los estándares normativos para ser considerado un hospital general de agudos”. Según Teschiewicz, “un hospital no es un edificio ni un grupo de médicos y enfermeros, sino una organización que debe atender las necesidades de salud en un determinado ambiente geográfico”, cumpliendo con ciertas normativas y estándares internacionales. La auditoría revela que el Cecilia Grierson carece de una guardia activa las 24 horas, una característica indispensable para cualquier hospital. “Que una guardia hospitalaria no esté abierta 24/7 es peligrosísimo”, afirmó Teschiewicz. En situaciones de emergencia, los habitantes de la zona pueden llegar al hospital solo para encontrarse con las puertas cerradas.

Falta de Personal e Insumos

El informe también destaca la escasez de personal médico, de enfermería y administrativo. “Hay servicios que no atienden porque no tienen personal designado para hacerlo; hay una falta de designaciones en todas las áreas”, añadió Teschiewicz. Sin personal suficiente, el hospital no puede operar de manera efectiva, lo que resulta en el cierre temporal de servicios cruciales.

Además de la falta de recursos humanos, hay una carencia severa de insumos médicos básicos y tecnología avanzada. “El hospital no tiene un tomógrafo; entonces cada vez que se necesita una tomografía, el paciente debe ser trasladado a otro hospital”, explicó el auditor. Este tipo de derivaciones no solo implica un riesgo para el paciente, sino también una disminución del personal médico disponible en el Cecilia Grierson, ya que un médico debe acompañar al paciente en la ambulancia, dejando los servicios del hospital aún más mermados.

Desorganización Administrativa

La auditoría también descubrió graves fallas administrativas. Existen cargos en los papeles que no están ocupados en la realidad, y viceversa. Esta desorganización complica no solo el funcionamiento diario del hospital, sino también cualquier intento de seguimiento y evaluación de su rendimiento. “No hay posibilidad de hacerle un seguimiento, una medición, una métrica y de evaluar nada”, explicó Teschiewicz. Este caos administrativo impide también que los profesionales médicos lleven un registro adecuado de los seguimientos de sus pacientes, deteriorando aún más la calidad de la atención.

El Impacto en la Comunidad

La situación del Cecilia Grierson es devastadora para los vecinos de Lugano y la Comuna 8, quienes han luchado durante años por este hospital. Organizaciones comunales y vecinales han presentado múltiples reclamos y han logrado incluso una ley que ordenaba la construcción de un hospital en la zona. Sin embargo, a pesar de que oficialmente se les informó que el hospital estaba en funcionamiento, la realidad es otra.

Una Tendencia Preocupante

El problema del Cecilia Grierson no es un caso aislado. Otros hospitales de la zona sur, como el Hospital Muñiz y el Hospital Durán, enfrentan problemas similares. El Servicio de Recuperación Cardiológica del Hospital Durán, por ejemplo, corre el riesgo de desaparecer debido a desmantelamientos sistemáticos realizados por la gestión actual. Este servicio ha sido crucial no solo para los pacientes sino también como centro de formación de profesionales especializados en cardiología en clínicas privadas de excelencia. “Que se esté desmantelando un servicio de tal calidad en un hospital público es un pecado que no tiene perdón”, sentenció Teschiewicz.

Una Crueldad Sistémica

La situación sanitaria en la zona sur de Buenos Aires podría ser vista como parte de un fenómeno más amplio de “crueldad institucionalizada”. Teschiewicz evita declarar que hay un “plan de eugenesia” en marcha, pero sí señala que hay un modelo de gobierno basado en la crueldad y la violencia hacia los sectores más vulnerables. Arbitrando la vida y la salud de los ciudadanos a través del abandono y la desorganización, están creando un “estado de guerra de todos contra todos”, señaló el auditor.

La problemática del Hospital Cecilia Grierson pone en evidencia la grave crisis del sistema de salud en la ciudad y destaca la necesidad urgente de una revisión profunda y una solución duradera. Las auditorías y los informes son cruciales, pero es imprescindible que sus hallazgos lleguen al conocimiento público y se traduzcan en acciones concretas.

“Si nuestros informes no llegan al conocimiento de la población, no sirven para nada”, afirmó Teschiewicz. Y esta afirmación subraya la necesidad de hacer visibles estas graves deficiencias para que se tomen medidas correctivas que realmente mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.

Esta nota no solo es un llamado a la acción sino también un recordatorio de la lucha interminable en busca de justicia y dignidad para todos, especialmente aquellos que han sido ignorados por tanto tiempo.