El Ajuste Inhumano del Gobierno: Entre Promesas Rotos y Realidades Crueles

El Ajuste Inhumano del Gobierno: Entre Promesas Rotos y Realidades Crueles

Una mirada crítica a las políticas del gobierno nacional y porteño.



En estos tiempos turbulentos, el accionar de quienes nos gobiernan se ha vuelto, por momentos, inmoral e inhumano. A nivel nacional, las pruebas de su comportamiento están a la vista, mientras que en la ciudad, sus acciones están un poco más disfrazadas. Sin embargo, esos intereses y políticas están ahí, velados pero presentes.

Venimos reiterando en nuestros análisis que el gobierno nacional nos está hambreando. Nos han convertido a todos y todas en la “casta” que prometieron combatir. No se referían a políticos corruptos o a “otros”, sino a nosotros, a las y los argentinos que quedamos fuera de su círculo. Así de equivocadamente los interpretamos que ahora hasta el aguinaldo pretenden quitarnos. Con un DNU vigente y una ley bases a punto de ser aprobada, el banquete somos nosotros y nosotras. Allí radica una verdad incómoda: podrían incluso importar trabajadores y dejarnos fuera, tal como importan maquinaria y ropa.

Nos parece necesario seguir definiendo y perfilando estos actos corruptos porque, increíblemente, aún hay esperanza en un gobierno que permanentemente abusa y miente. Cada vez que se descubre una verdad incuestionable, salen con excusas infantiles, tratando de evadir responsabilidades que aceptaron al postularse y ganar mintiendo.

En paralelo, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no se queda atrás en la implementación de políticas perjudiciales. Recientemente se denunció que recortaron en un 50% el presupuesto para los comedores comunitarios y el envío de leche a los jardines de infantes. Un giro cruel contra los más indefensos, nuestros hijos e hijas. Donde antes se destinaban 45 litros semanales, ahora apenas se envían 25. Este lamentable ajuste es responsabilidad directa de Jorge Macri y su ministra de Educación, Mercedes Miguel.

Mientras los poderosos se embolsan sumas exorbitantes en extensiones e ingresos brutos, recortan lo esencial para los más vulnerables. Este desajuste brutal nos muestra cómo funciona un gobierno que prioriza a los suyos sobre el pueblo.

No lo decimos solo nosotros. Medios como Tiempo Argentino y nuevas voces en la ciudad alzan su denuncia. Decidimos informar con la verdad, porque creemos en una sociedad más justa. El programa “Buenos Aires Aprende” de Jorge Macri, que pretende definir la educación como “sinónimo de libertad”, es una cortina de humo. Un juego de palabras perverso porque, sin una alimentación adecuada desde la infancia, ¿cómo puede ser posible el aprendizaje?

Ante la falta de alimento y recursos básicos, las promesas de progreso y tecnología quedan vacías. Es momento de destaparnos los ojos y enfrentar una realidad que no debe seguir repitiéndose.

Este ajuste despiadado es inaceptable, y la voz colectiva debe elevarse para exigir justicia y responsabilidad efectiva a quienes nos gobiernan.