Desde hace más de cuatro décadas, las Madres de Plaza de Mayo han recorrido incansables su camino de lucha y resistencia. La convocatoria a participar en esta significativa jornada es un llamado a “abrazar a las madres”, un gesto que trasciende lo físico para transformarse en un acto de reconocimiento a su inquebrantable lucha y resistencia. La jornada se extenderá más allá de su habitual ronda de los jueves, concluyendo con un programa que abarca charlas, música y un sentido homenaje a las figuras de resistencia.
La presencia de Elia Espen, Elsa Pavón y otras figuras emblemáticas del movimiento, quienes han buscado infatigablemente a sus hijos y nietos desaparecidos, fortalecerá la voz de aquellos que claman por memoria, verdad y justicia. A su lado, organizaciones como la CTA Capital, la Autónoma, y colectivos como Memoria Militante, hermanos de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia, se sumarán a esta conmemoración. Se organizarán mesas de diálogo, breves pero contundentes, para abordar temas críticos como los juicios por crímenes de lesa humanidad y la preservación de sitios de memoria, elementos fundamentales en el proceso de justicia.
En la primera mesa, se discutirá “la importancia que tienen los sitios de memoria para los juicios” y las razones detrás de los intentos de destruir estos espacios. En la segunda, se abordará la conexión entre los derechos humanos del pasado y del presente, desafiando la noción de que “los de ayer son diferentes a los de hoy”, argumentando que las luchas y demandas por justicia continúan vigentes en la actualidad.
“Es una continuidad”, afirma Margarita Novia, Secretaria de Derechos Humanos de la CTA Autónoma de la Capital, quien destaca la permanencia de las políticas económicas destructivas originadas en la dictadura y que siguen siendo impuestas en la actualidad. Para Novia, la lucha por los derechos humanos no es de tiempos pasados, sino un imperativo actual. Las organizaciones de derechos humanos no solo persiguen justicia por hechos pasados, sino que se han convertido en actores clave en el escenario de defensa de derechos sociales y laborales presentes.
El evento culminará con un cierre musical que incluirá una interpretación de “La Cigarra”, honrando el legado de Nora Cortiñas y consolidando este ritual como parte de las rondas de los jueves. “Más allá de las condiciones climáticas y los desafíos, la marcha en la Plaza de Mayo sigue siendo un espacio de resistencia política y social donde todos están invitados”, señala Novia.
En un contexto socio-político complejo, donde los discursos oficiales a menudo intentan minimizar la importancia del pasado, la jornada supone un acto de resistencia. “Este gobierno está tratando de destruir el Estado, incluyendo importantes sitios de memoria”, advierte Novia. Se critica el rol de algunos medios de comunicación, acusados de amplificar narrativas que minimizan o desvirtúan la gravedad de los crímenes de la dictadura. “La gente ya está viendo que no le alcanza para llegar a fin de mes, la realidad es que al bolsillo nuestro, lo que compramos, se siente”, sostiene Novia, reflexionando sobre la brecha entre los discursos oficiales y la realidad de los ciudadanos.
La jornada representa no solo un homenaje, sino una reafirmación del compromiso colectivo por mantener viva la memoria, exigir justicia y evitar que se repitan las atrocidades del pasado. “Todo esto lo hace un equipo de investigación que Petri ahora desarmó, porque en este gobierno, donde se investiga, se despide”, enfatiza Novia, en relación con las recientes medidas que afectan los mecanismos de investigación histórica y judicial.
Este evento no solo es un reconocimiento a las Madres de Plaza de Mayo y a su histórico rol, sino también un llamado a que nuevas generaciones se sumen a la causa, entendiendo la importancia de la memoria y los desafíos contemporáneos. “O estamos todos juntos, o este gobierno nos mata a todos”, concluye Novia, apelando a la unidad como única vía para enfrentar las actuales adversidades.
La jornada en la Plaza de Mayo no es solo un acto de recordación, sino una manifestación de la vigencia y el poder de la resistencia colectiva en la lucha por los derechos humanos en Argentina. Con la presencia de las madres, las organizaciones y los individuos comprometidos, el evento busca revitalizar el espíritu de lucha y solidaridad que ha caracterizado históricamente a quienes defienden la memoria, la verdad y la justicia en el país.
