La Modificación del Código: Más Desigualdad y Menos Participación
“A pesar de los importantes cuestionamientos que venimos realizando a la planificación de la ciudad”, señaló Koutsovitis, el jueves pasado se aprobó una ley que no mejora los problemas estructurales de Buenos Aires. En lugar de ello, se cree que fomenta mecanismos que amplían las excepciones inmobiliarias, favoreciendo a grandes desarrolladoras en detrimento de los barrios que más lo necesitan.
El trasfondo de la decisión se remonta a 2018, cuando el PRO aprobó un código que habilitó la sobreconstrucción en Buenos Aires, con un aumento estimado del 300 al 700% dependiendo la zona. “Lamentablemente sí”, apunta Coutsovitis, remarcando que ya en ese momento existían voces de alerta sobre el inevitable impacto en los barrios de casas bajas.
El Dinamismo del Debate y la Audiencia Pública
El 2024 trajo consigo una oportunidad para reabrir el debate sobre el código. Sin embargo, la aprobación reciente en la legislatura, con 31 votos afirmativos y un notable número de abstenciones, evidencia una postura que ignora las masivas objeciones ciudadanas. La Coalición Cívica, junto a otros bloques, aprobó una ley que, según Koutsovitis, empaña el debate democrático en la ciudad.
Uno de los aspectos más criticados fue el proceso de audiencia pública, donde Koutsovitis destacó que “el 90% de quienes participamos rechazamos el contenido de la propuesta del Poder Ejecutivo de modificación del Código Urbanístico”. Esta audiencia, que convocó a más de 1,700 personas, reflejó una clara disconformidad con la propuesta gubernamental. Sin embargo, la inclusión de mecanismos como las llamadas “parcelas emisoras y receptoras” tras la audiencia fue percibida como una burla a la voz ciudadana.
Democracia Participativa en Jaque
El desprecio hacia los principios de democracia participativa es un argumento central para quienes, como Koutsovitis, exigen un replanteo de la institucionalidad porteña. La reciente modificación se considera un “enorme fraude a la participación ciudadana”, y un ejemplo de la inconstitucionalidad que rige las decisiones del gobierno local.
“Tenemos que plantearnos la necesidad de discutir una reforma… para de verdad poder mejorar la calidad del sistema democrático porteño”, subraya Koutsovitis. Es imperativo, según afirma, mirar hacia modelos que no perpetúen la hegemonía de corporaciones políticas establecidas por décadas.
Mirando Hacia el Futuro: Una Nueva Democracia Urbana
Koutsovitis invita a mirar más allá de la mera sustitución de un partido político por otro. Sugiere que el verdadero camino hacia la resolución de problemas estructurales radica en la construcción de una “nueva democracia”, que conjugue la participación ciudadana con criterios ambientales robustos.
La ingeniera civil apunta hacia “la necesidad de más espacios verdes”, resaltando que los problemas causados por la sobreconstrucción no son acompañados de la infraestructura adecuada. “El colapso de los servicios públicos” sufre una aceleración bajo este nuevo modelo de desarrollo urbanístico, según advierte.
Con un fuerte llamado a la comunidad, Koutsovitis insta al desarrollo de “asambleas ciudadanas” y una posible “constituyente urbana”. Estas iniciativas, en su opinión, son esenciales para garantizar un sistema urbano que encaje con las aspiraciones de sus habitantes.
Reflexiones Finales y el Camino a Seguir
El debate en torno al Código Urbanístico de Buenos Aires es un microcosmos de las tensiones más amplias en sociedades que buscan equilibrar crecimiento económico y calidad de vida. Lo que suceda en los próximos años será crucial para determinar si Buenos Aires puede cultivar un entorno urbano que refleje las necesidades de su población, en lugar de intereses particulares.
Coutsovitis concluye que la historia reciente de la modificación del código urbano, lejos de desanimar, debería servir como catalizador para un movimiento más amplio que abogue por “instituciones que permitan el ejercicio de la democracia participativa”. Esta visión pretende asegurar que nunca más otras decisiones trascendentales sobre el futuro de la ciudad ignoren tan radicalmente la voluntad de sus ciudadanos.
Las palabras de María Eva Koutsovitis son un eco de esperanza y acción para quienes creen en el poder transformador de una democracia auténtica y participativa, arraigada en las demandas genuinas de la gente que verdaderamente habita y respira el pulso de Buenos Aires.