La Biblioteca de los Trabajadores: Un Faro de Memoria Colectiva en Buenos Aires

La Biblioteca de los Trabajadores: Un Faro de Memoria Colectiva en Buenos Aires

Desde sus humildes comienzos tras la crisis del 2001, la Biblioteca de los Trabajadores ha crecido, no como un emprendimiento individual, sino como “una construcción colectiva”, tal como lo describe su bibliotecaria, Graciela Córsico. Este aspecto comunitario es lo que, según Córsico, le otorga su belleza única y lo diferencia de otras iniciativas.

La propuesta de crear una biblioteca en una Central de Trabajadores y Trabajadoras es “algo realmente muy interesante”, comenta Graciela. Esto no es un fenómeno común, y su existencia responde tanto a una necesidad como a una visión estratégica post-crisis, implementada por Víctor Regénero en 2001. “La idea… era que fueran cursos mirados, contadas, de historia contada por la clase trabajadora”, rememora sobre los orígenes de la biblioteca, que encontraba su sustento en cursos de historia del movimiento obrero donde los propios trabajadores eran quienes relataban sus experiencias.

El Alma de la Biblioteca

La institución alberga materiales valiosos que abarcan la historia del movimiento obrero en Argentina. “Es el archivo también de nuestra central… donde podemos guardar todas las conclusiones de nuestros congresos, las memorias, fotos, las cosas que se van produciendo…”, señala Córsico. Estas obras no solo reflejan las luchas y logros pasados, sino que representan un puente hacia el futuro, un recordatorio constante del compromiso y del rol fundamental que ha jugado la clase obrera a lo largo del tiempo.

Participar en eventos públicos como la “Noche de los Museos” ha sido clave para extender el alcance de esta biblioteca inusual. “El aporte de la biblioteca fue muy fuerte… afiches impresos en imprentas a cuatro colores de los 90… dibujos hechos a mano, por dibujantes, compañeros”, describe. Momentos así resaltan la importancia y el valor de los registros históricos en un mundo donde predomina “la dictadura del flyer por WhatsApp”. Son estas piezas físicas y su historia, que no se desvanecen como un mensaje digital, las que preservan una parte de la cultura obrera y artística.

Desafíos y Avances en la Era Digital

La digitalización ha transformado la manera en que almacenamos y accedemos a la información, planteando tanto desafíos como oportunidades para bibliotecas como esta. Desde sus inicios, la biblioteca supo adaptarse, realizando un esfuerzo intensivo por digitalizar su colección para que la información sea accesible a nivel nacional. “Por eso, en esa época, las bibliotecas digitales eran como algo muy nuevo…”, señala Graciela.

Existen portales donde “vos podés descargar tus materiales”, facilitando así el acceso a libros, documentos históricos y memorias de eventos significativos, no solo para aquellos cercanos, sino para cualquiera que desee explorar esta rica historia.

El Camino por Delante

El futuro de la biblioteca enfrenta retos en un mundo cada vez más digital. “¿Cuánta cantidad de material circuló? ¿Cuánta energía? ¿Cuánto trabajo militante? ¿Y dónde está representado hoy?”, reflexiona Córsico mientras describe el esfuerzo necesario para resguardar documentos provenientes de las redes y publicaciones constantes de la organización. Es un esfuerzo monumental, en el que “constituir redes” es fundamental para mantener viva la memoria y el impacto de la clase obrera.

A pesar de los desafíos, el equipo de la biblioteca sigue comprometido a expandir esta obra colectiva. La visión es clara: salvaguardar el patrimonio cultural, social y político que representa el histórico recorrido de los trabajadores argentinos. A través de la colaboración continua, Graciela y su equipo no solo preservan el pasado, sino que construyen un camino para el futuro, uno donde la historia de la clase trabajadora no es olvidada, sino celebrada y respetada.

En definitiva, la Biblioteca de los Trabajadores no solo contiene libros y documentos. Cada uno es un testimonio del pasado, y cada lector, un portador del legado de lucha por los derechos laborales en Argentina. Como lo plantea Graciela, la biblioteca es un compromiso con “la lectura de los acontecimientos a la luz de nuestro protagonismo”. En cada consulta y en cada documento, se mantiene viva la historia de resistencia y perseverancia de aquellos que han construido, y continúan construyendo, un mundo mejor.