Mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se sumerge en el proceso de definir su presupuesto para el año 2025, surgen preocupaciones y críticas respecto a las decisiones que podrían profundizar las desigualdades existentes. En el centro de la discusión, los recortes proyectados en áreas como la educación y la salud pública generan malestar, mientras la inversión en iniciativas más visibles, como la infraestructura de parques y plazas, parece ocupar un lugar privilegiado.
El marco general del presupuesto no sorprende al incluir una reducción de la asistencia a los sectores más vulnerables, una tendencia que se ha vuelto tristemente recurrente en distintas gestiones gubernamentales. Sin embargo, esta vez el foco de descontento se concentra también en las políticas que afectan directamente a los profesionales de la salud, particularmente enfermeros y enfermeras, quienes han sido protagonistas de reclamos legítimos que encontraron una respuesta violenta por parte de las fuerzas de seguridad.
Los Enfermeros y Enfermeras: Lucha por el Reconocimiento y la Dignidad
En las semanas recientes, la imagen de enfermeros y enfermeras sufriendo agresiones en las cercanías de la Legislatura porteña se ha impuesto como un símbolo de las luchas desatendidas. El motivo de la protesta: la exclusión de estos profesionales de la carrera profesional que reconocería y valorizaría su trabajo vital para la sociedad. La violencia ejercida por la Policía de la Ciudad contra quienes solo exigen lo justo es una representación dolorosa de la desconexión entre los legisladores y el pueblo al que deberían servir.
En este contexto, el presupuesto proyectado no solo implica reducciones numéricas en partidas asignadas a la salud, sino también una desconcertante falta de políticas que respalden y dignifiquen el labor de quienes están en la primera línea de defensa de la salud pública.
Educación y Publicidad: Prioridades Invertidas
La saga de recortes también alcanza a la educación, otro pilar fundamental que sufre las consecuencias de decisiones presupuestarias que no priorizan el bien común. Mientras las partidas para educación enfrentan nuevas reducciones, se observa un incremento desafiante en el presupuesto destinado a publicidad. Este aumento, aunque presentado como una simple adecuación a la inflación, refleja una inversión desproporcionada en campos que no son los más urgentes para el desarrollo social.
Seguridad e Infraestructura: Luces en la Noche y Sombras en el Día
El tema de la seguridad en la ciudad, si bien siempre presente en los debates presupuestarios, se aborda esta vez con una enfoque particular en la infraestructura. Se promete una capital inundada de luz nocturna, con parques y plazas, especialmente en áreas turísticas, resplandeciendo para el disfrute de locales y visitantes.
No obstante, esta iniciativa deja al descubierto interrogantes sobre los verdaderos beneficios para los residentes de la ciudad. La inversión en iluminación y seguridad nocturna, afirma el gobierno porteño, facilitará una ciudad que nunca duerme, una especie de atractivo internacional. Sin embargo, este esfuerzo por mostrar una imagen reluciente ante el mundo ignora problemas subyacentes y necesidades insatisfechas en zonas menos favorecidas, donde la falta de luz es solo uno de muchos desafíos.
La Preservación Patrimonial y la Voracidad Inmobiliaria
Mientras tanto, otro frente de discusión en la Legislatura porteña se centra en un proyecto para proteger edificios patrimoniales construidos antes de 1941. Este esfuerzo, de acuerdo a información filtrada por fuentes confiables, contempla solo 4.000 de los más de 140.000 inmuebles que podrían merecer protección. Esta propuesta deja abierta una puerta peligrosa que permite la destrucción selectiva, facilitada por intereses inmobiliarios que privilegian el desarrollo de proyectos modernos y lucrativos.
La falta de salvaguardas para la mayoría de estos edificios es una clara señal de la influencia del mercado sobre las políticas públicas. Los desarrolladores ven en estos inmuebles antiguos una oportunidad para transformar la fisonomía urbana con construcciones modernas, a menudo criticadas por su baja calidad y dimensiones poco humanas, un patrón que se repite desde la aprobación del Código Urbanístico de años anteriores.
Reflexión Final: Entre la Desigualdad y la Indiferencia
El análisis del presupuesto 2025 de Buenos Aires revela una serie de dilemas y contradicciones que señalan un desajuste profundo entre las prioridades gubernamentales y las necesidades ciudadanas. Los recortes en sectores esenciales, la violencia contra quienes protestan y el avance arrollador del mercado inmobiliario a expensas del patrimonio cultural pintan un panorama preocupante para el futuro inmediato.
La cuestión no es meramente económica, sino de valores e intenciones. El desafío para la ciudadanía y sus representantes es construir un futuro inclusivo que ponga en el centro al ser humano. En última instancia, el presupuesto es más que números; es una declaración de quiénes somos y quiénes queremos ser como sociedad.