Buenos Aires en alerta: el resurgimiento del sarampión y el acceso desigual a la salud

Buenos Aires en alerta: el resurgimiento del sarampión y el acceso desigual a la salud

La médica infectóloga y terapista intensivista Gabriela Piovano, quien también es reconocida por su labor como comunicadora popular, ofrece una visión crítica y esclarecedora sobre los cuatro casos recientes de sarampión en la ciudad. Para Piovano, esta situación tiene raíces claras: “Lamentablemente esto tiene que ver más que nada con la cuestión del antivacunismo, que ya viene picando hace décadas”. Este fenómeno no solo se ha incrementado, sino que también se vio potenciado a raíz de la pandemia de COVID-19.

Piovano recuerda que, en un contexto donde las enfermedades transmisibles resurgieron, “cuando la gente masivamente sí está vacunada” la situación es mucho menos grave. Sin embargo, el problema surge cuando grupos de población comienzan a declinar la vacunación, impulsados por corrientes de desinformación y desconfianza hacia las vacunas. En este caso particular, “la noticia no es que no les dieron vacunas, la noticia es que la madre de las niñas, madre, padre de los niños, no los vacunaron”. Este comportamiento pone en riesgo no solo a los no vacunados, sino también a aquellos que, por razones de salud, son más vulnerables a las infecciones.

El fenómeno del antivacunismo no es exclusivo de Argentina. Se ha visto de forma paralela en otras regiones del mundo, donde los movimientos antivacunas encontraron un caldo de cultivo perfecto en la desconfianza hacia las instituciones y el auge de la desinformación a través de las redes sociales. En referencia a las políticas de salud, Piovano critica fuertemente la falta de acción efectiva por parte del gobierno y recuerda situaciones previas con la administración de Mauricio Macri, donde se dejó de proveer el refuerzo de la meningitis, lo que resultó en un rebrote de casos.

En un panorama donde “las infecciones no están ausentes, lo que estamos es nosotros prevenidos”, los recortes en los recursos sanitarios pueden llegar a tener consecuencias catastróficas. La médica recuerda un episodio preocupante de 2019: “hubo un rebrote de H1N1 del cual no se habló, no se dio la noticia, pero que nosotros en los hospitales sí vimos el rebrote, vimos colapso y vimos gente morir”, lo que muestra la seriedad de la situación cuando los recursos preventivos no están adecuadamente disponibles.

Las políticas actuales son percibidas como peligrosamente antisociales y antipolíticas por Piovano, quien resalta que “cuando la gente vota antipolítica termina, digamos, con un daño fuerte”. La manifestación más reciente de esta tendencia es la negación del cambio climático, el negacionismo de la pandemia y la oposición a medidas de salud pública, lo que resulta en una “destrucción totalmente y avanzado” del sistema de salud, según sus palabras.

La discusión se extiende más allá de las cuestiones de salud pública, alcanzando aspectos económicos y sociales. Para Piovano, la orientación de las políticas actuales está dirigida más hacia los negocios que a las personas: “inoperante no son estos tipos. Lo que hacen es negocio justamente con la muerte y con la desesperación que ellos mismos provocan por distintas vías”. Este tipo de afirmaciones llama a la reflexión sobre el papel de los responsables políticos en la administración de los recursos públicos y su impacto directo en la vida y salud de los ciudadanos.

La opción de aferrarse a la idea de que estas enfermedades han sido erradicadas solo perpetúa un ciclo de ignorancia y falta de preparación que puede tener resultados desastrosos. “Estamos frente a gente muy despiadada y muy inconsciente de lo que están provocando”, advierte Piovano, destacando la urgencia de una movilización ciudadana para demandar un sistema de salud eficiente y justo que sirva a toda la población, especialmente a los más vulnerables.

En respuesta a este alarmante panorama, Piovano hace un llamado a la acción: una convocatoria abierta para manifestarse y exigir un cambio tangible en las políticas de salud que permita a todos los ciudadanos tener acceso a la prevención y tratamiento de enfermedades. La marcha convocada frente al Ministerio de Salud de la Nación busca visibilizar la importancia de un sistema de salud robusto y el peligro de las políticas de recorte y antivacunas. “Nosotros, mientras tanto, tenemos que defendernos, tenemos que organizarnos y tenemos que participar”, concluye.

En este entorno de incertidumbre y desafío, la participación ciudadana y el monitoreo constante de la situación de salud pública se erigen como herramientas fundamentales para salvaguardar una de las piedras angulares del bienestar social: el acceso a la salud. Con una población cada vez más consciente y activa, se plantea la posibilidad de revertir estas tendencias y propiciar un camino hacia una sociedad más equitativa y saludable.