En el documental, Nasso saca a la luz las historias de excombatientes que “tras denunciar los tormentos, abusos y amenazas que sufrieron”, no solo tuvieron que lidiar con el trauma de la guerra, sino también con “las trabas de todo el sistema judicial argentino” para que se juzgue a los responsables. La investigación revela un pacto de silencio inducido por las Fuerzas Armadas Argentinas, quienes al retornar los soldados “se les impone el silencio” y se construye un relato oficial donde solo cabían las hazañas heroicas.
Un legado de silencio y lucha por justicia
La causa judicial que estos excombatientes han promovido comenzó en 2007, “muchísimos años después” de su regreso de las islas, lo cual subraya el enorme silencio que pesó sobre sus vivencias. “Ellos se enfrentaron a un sistema que buscaba que estos hechos no se conocieran”, comenta Nasso. Hoy, mediante este documental, estas voces buscan ser escuchadas y, sobre todo, exigir justicia.
El retraso en las denuncias no es casual. El documental resalta cómo al llegar al continente, los excombatientes eran recibidos con órdenes estrictas del ámbito de la inteligencia militar, presionados para que solo se hablara de “actos heroicos” y se perpetuara un relato único. Este pacto de silencio afectó incluso las relaciones entre los soldados caídos y sus familiares, en un intento deliberado de evitar que se relacionaran con familiares de detenidos desaparecidos en la dictadura.
Vivencias atroces bajo un manto de olvido
“Las Voces del Silencio” no sólo expone momentos de abuso, sino que también muestra la dolorosa dificultad de muchos soldados para reconocerse como víctimas. Un ejemplo que Nasso menciona es el caso de un excombatiente que, “41 años después”, tras salir de hacer su denuncia, aún sostiene que “a mí no me pasó nada”, porque en su mente “sólo le pusieron un arma en la cabeza por llevarle agua a un compañero estaqueado”.
Estas negaciones y la distancia temporal reflejan cuánto ha calado en su conciencia la “naturalización de la violencia” y una percepción iterativa de la vida militar que perpetuaba “hacerte más hombrecito”. La alimentación, como otro aspecto del abuso, se revela en documentos desclasificados que muestran que “los casos de desnutrición se dan sólo en los soldados” y no entre oficiales que acaparaban alimentos, sometiendo a disciplina brutal a aquellos que robaban comida para sobrevivir.
Descubriendo Malvinas desde una nueva perspectiva
Para Nasso, abordar Malvinas desde “una perspectiva de derechos humanos” fue un proceso de deconstrucción personal y profesional. Relata cómo antes de dedicarse al documental realizó una extensa investigación periodística que incluyó hablar con excombatientes de diversas realidades en el país, desde los que contaron con apoyos sociales y familiares, hasta aquellos que vivieron “con la realidad de alguien que por ahí venía de una familia que el patrón le pegaba y la comida nunca alcanzaba”.
La propuesta de “Las Voces del Silencio” es compleja pero clara: el reconocimiento del sufrimiento no resta valor a las acciones heroicas que también hubieron. No se trata de victimizar, sino de reivindicar un reconocimiento pendiente sobre hechos violentos que “tienen una continuidad de prácticas con los centros clandestinos de detención”.
Proyecciones del documental y un llamado al cambio
“Las Voces del Silencio” se estrenará el 1 de abril a las 19:30 en el cine Gomón, y posteriormente, el 3 de abril en La Plata, y el 6 de abril en el cine York, en Olivos. La directora invita a seguir las futuras fechas a través de las redes sociales del documental, con el fin de mantener abierta esta conversación necesaria sobre Malvinas y sus héroes invisibilizados.
La película de Gabriela Nasso es mucho más que un documental sobre la guerra. Es un llamado a la conciencia social sobre graves injusticias y un intento de sanar heridas históricas que permanecen abiertas. “Es súper importante seguir sumando miradas e investigaciones sobre lo que fue Malvinas, en todos sus aspectos”, señala, reafirmando que no debemos olvidar el profundo dolor que estos eventos han tejido en el tejido social argentino.
Con esta película, “Las Voces del Silencio” busca no solo narrar eventos del pasado sino también atraer atención sobre “qué pasó con nuestros soldados” y asegurar que estas violencias no permanezcan enterradas bajo el manto del olvido. Es una invitación a repensar nuestra historia desde una mirada justa, inclusiva y valiente.