La regresividad del sistema tributario en Buenos Aires
El análisis realizado por ASIC abarca el período desde 1997 hasta 2023, mostrando una tendencia preocupante en la estructura impositiva de CABA. Según Sofía Pasquini, abogada del programa de Justicia Fiscal de la ASIC, “tenemos una estructura impositiva que cada vez es más regresiva en CABA”. Esto quiere decir que “los sectores de más bajos ingresos pagan muchos más impuestos en relación con los sectores que perciben un ingreso más alto”.
Un aspecto central del informe refiere al impuesto sobre los ingresos brutos, un tributo que ha visto un incremento significativo en su peso dentro de la recaudación de la ciudad. Pasquini explica que este tipo de impuesto es “regresivo” porque paga lo mismo todas las clases sociales, afectando desproporcionadamente a quienes menos ganan. Desde 1997 al 2023, el porcentaje del impuesto de ingresos brutos dentro de los tributos propios de la ciudad subió de representar el 76% al 92%.
Mientras tanto, los impuestos considerados progresivos, como los relacionados con la propiedad, han visto una notable disminución. Estos tributos, que en 1997 representaban el 30% de la recaudación, hoy no alcanzan ni al 7%. “Los impuestos sobre la propiedad los pagan justamente quienes tienen para tener una propiedad. La familia que alquila no le afecta ese impuesto, le afecta justamente el ingreso bruto que paga cualquier monotributista, le afectan los otros, los más regresivos”, detalla Pasquini.
El lado oscuro de las exenciones: Transparencia y control
Otro aspecto crucial del análisis de ASIC se centra en los “gastos tributarios”, que engloban las exenciones y beneficios fiscales otorgados a ciertos sectores, como el Distrito Tecnológico. Según Pasquini, estas exenciones “se dan sin estar sujetas a ningún tipo de mecanismos de control”, lo que plantea serios problemas de transparencia y fiscalización.
Estas exenciones constituyen un costo para la ciudad, ya que representan ingresos que el gobierno opta por no recaudar. Pasquini subraya que si bien “dar beneficios impositivos es un instrumento de política pública que se usa en un montón de lugares”, la falta de mecanismos de evaluación plantea la pregunta de si estas políticas logran sus objetivos de estímulo económico o reactivación de determinadas zonas. “Le estamos diciendo a algunas empresas, no me pagues estos impuestos, pero no estoy revisando qué estás haciendo vos con eso”, agrega.
Un dato alarmante es la respuesta que recibió ASIC al consultar sobre los beneficiarios de estas extensiones impositivas. Muchas veces, la agencia encargada admitió no poseer esa información. “Vos estás otorgando extensiones impositivas, que per se es un instrumento de política pública, pero si vos no tenés esos beneficios sujetos a un mecanismo de evaluación, ¿qué es el beneficio que yo le estoy dando a esta empresa? Me está funcionando, me está generando empleos, me está generando reactivación económica en ese lugar donde yo quise poner estas empresas para que me reactiven una verdulería de al lado, que se me abran comercios, digo, un montón de cosas que uno pudiera querer con estos regímenes. No están”, critica Pasquini.
La necesidad de un cambio en la política fiscal
Desde ASIC, el llamado es a una revisión completa de las políticas fiscales, amparándose en la transparencia y la evidencia. “Estamos haciendo política pública sin evidencia, no estamos controlando, estamos dando conversaciones de impuestos sin tener una idea clara de cómo es la estructura fiscal, de cómo es la estructura de los gastos tributarios, y me parece que ese es el problema más grande”, concluye Pasquini.
Este análisis invita a una reflexión profunda sobre cómo se estructuran y aplican las políticas fiscales en la ciudad, así como sobre la necesidad de debatir con información completa y accesible al público. Aplicar un enfoque más transparente puede ser crucial para garantizar que los recursos del Estado se gestionen de manera eficiente y equitativa, asegurando que los beneficios impositivos realmente repercutan en el desarrollo económico local y en la mejora de las condiciones de vida de todos los porteños.
La ASIC, presente en instancias como Instagram, Twitter y su página web (asic.org.ar), ofrece un sinfín de recursos e informes destinados a aquellos interesados en profundizar sobre diversas temáticas vinculas al derecho y la justicia fiscal. Así, invita a la sociedad a participar activamente en el control y evaluación de las políticas públicas, empoderando con conocimientos a la ciudadanía y abogando por un manejo más justo de los recursos fiscales.