Clase abierta de bachilleratos populares: visibilizando la lucha educativa en Buenos Aires

Clase abierta de bachilleratos populares: visibilizando la lucha educativa en Buenos Aires

Una clase pública que reivindica la educación popular

La clase fue encabezada por Dani Rodríguez, Secretaria de Formación de la Federación de Profesores de Educación Física de Argentina (FPA). La temática central es la educación popular, con un enfoque particular en las ricas trayectorias de los bachilleratos populares. “Es un poco hablar de lo que es la educación popular trayendo la historia y las trayectorias de los bachilleratos populares”, explica Pironio, señalando la importancia de recordar y valorar estas contribuciones en el ámbito educativo.

El evento no se limita a una sola organización. Además del Frente de Bachilleratos de la CTA, que incluye instituciones como Todos del Sur, Salvador Herrera, Graciela Costa, Alberto Checolán y Miguelito Pepe, se han unido también otros integrantes de la Coordinadora de Bachilleratos Populares. En total, aproximadamente 27 bachilleratos populares están representados en este acto de protesta y sensibilización.

La precarización como eje central de la protesta

Los bachilleratos populares enfrentan una precarización significativa. “De esos bachilleratos, algunos tienen reconocimiento de títulos, otros no, otros tienen algo de reconocimiento salarial, pero la mayoría estamos sufriendo una gran precarización en todos los sentidos”, resalta Pironio. Esta falta de reconocimiento y apoyo impacta tanto en docentes como en estudiantes, quienes muchas veces operan desde un ámbito de autogestión impulsado por la militancia.

Son espacios que operan bajo una lógica alternativa a la enseñanza tradicional. “Son espacios de mucha autogestión, con mucha erradicación en el territorio, y que contiene mucho las trayectorias diversas que tienen sus estudiantes”, añade el profesor, poniendo en valor el carácter comunitario de estos centros educativos.

Emergencias y autogestión: el corazón de los bachilleratos

La creación de estos bachilleratos obedece a una necesidad palpable en los barrios; emergen como respuesta a la carencia de opciones formales para terminar la educación secundaria. “El surgimiento de los bachis, como se da por lo general, es militancia de los barrios, es necesidad de los barrios”, explica Pironio, subrayando cómo están formados desde las entrañas de la comunidad y para la comunidad misma.

Ejemplos como el Bachillerato Popular Miguelito Pepe, que surgió para satisfacer la demanda de los cooperativistas del MOI que necesitaban completar su educación secundaria, son un testimonio del impacto que pueden tener estos espacios. “Son instituciones que están generando las emergencias”, agrega, sosteniendo que su labor es esencial en contextos donde el Estado no llega.

Desafíos en un contexto adverso

Los desafíos son múltiples, especialmente en contextos vulnerables donde la autogestión hace frente a la falta de recursos. “Estamos dentro de los barrios, con población muy vulnerable, que tienen miles de emergencias y distintas urgencias, lo cual se palpa mucho la necesidad”, describe Pironio. A pesar de estas adversidades, los bachilleratos populares se mantienen firmes, ofreciendo un espacio de transformación y aprendizaje para sus alumnos.

El horario nocturno de estos centros, de 18 a 22 horas, ejemplifica la flexibilidad que brindan para adaptarse a la vida de sus estudiantes, muchos de los cuales deben enfrentar jornadas laborales o cuidado de sus hogares durante el día. “Generalmente los horarios son de 18 a 22. Por eso hoy capaz que no tenemos una gran cuota de estudiantes”, detalla Pironio.

La demanda de justicia social

La clase pública no solo es un acto de visibilización, sino un pedido urgente de apoyo gubernamental. Durante el evento, se intenta entregar una nota a las autoridades del ministerio, esperando que “esta vez nos recibe una nota”, expresa con esperanza el profesor. Sin embargo, más allá de las vicisitudes burocráticas, los propósitos de estos espacios siguen firmes, inspirados por la idea de justicia social que Evita promulgaba: “Donde hay una necesidad, nace un derecho”.

Los bachilleratos populares se erigen como herramientas de transformación social, “son espacios de transformación. Son espacios de comunidad, y la verdad, la persona que pasa por bachillerato no termina siendo la misma persona cuando termina”, en palabras de Pironio.

A pesar de las luchas y las carencias, estos espacios se convierten en faros de resistencia y esperanza para aquellos que buscan cambiar su realidad, destacando siempre la relevancia de la educación popular como puente hacia un futuro mejor.