Jornada Nacional de Lucha en el PAMI: Un llamado a la acción desde la capital argentina

Jornada Nacional de Lucha en el PAMI: Un llamado a la acción desde la capital argentina

En un clima de movilización y llamado a la acción, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue el epicentro de la Jornada Nacional de Lucha organizada por los trabajadores del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), la principal obra social dedicada a atender a los jubilados en Argentina. Con el apoyo ferviente de ATE, el sindicato que nuclea a estos trabajadores, la protesta buscó visibilizar múltiples problemas que afligen tanto a los empleados como a los beneficiarios del PAMI.

Esta movilización no solo tuvo lugar en Buenos Aires, sino que se extendió a lo largo y a lo ancho del país, alcanzando regiones como Santa Cruz, Río Negro, Rosario y Córdoba. Sin embargo, fue en la capital donde la concentración cobró un matiz especial con la instalación de una radio abierta, a través de la cual diversos representantes sindicales y de jubilados se manifestaron al respecto.

Una de las principales demandas señaladas por Ramón Farías, Coordinador Nacional de ATE en el PAMI, fue el reclamo por un salario digno. “Hay un salario congelado desde diciembre porque no convocan a la paritaria”, denunció Farías. Esta congelación de sueldos sería parte de un plan de ajuste que no solo afecta a las remuneraciones de los trabajadores del PAMI, sino también al servicio y a los logros sociales de la obra social. “Tu poder adquisitivo se ve mermado mes a mes de manera considerable”, añadió, subrayando el malestar general entre los empleados del PAMI.

Pero las quejas de los trabajadores van más allá de cuestiones salariales. La gestión de ciertos funcionarios dentro del PAMI también fue blanco de críticas. Farías cuestionó la moralidad y pertenencia de ciertos directivos para liderar una institución dedicada al bienestar de los jubilados: “Nos planteamos cómo este funcionario va a conducir los destinos de esta agencia […] cuando su compromiso con la corrupción avanza”. Las fuertes palabras de Farías golpearon directamente sobre la integridad de la administración actual, reflejando una preocupación compartida dentro del gremio.

Una situación especialmente polémica ha sido la reciente licitación de pañales, que según denuncian se realizó de manera exprés y con escasa transparencia. El coordinador de ATE expresó sus dudas sobre el repentino interés por este tipo de licitaciones, que involucran importantes cifras de dinero: “Desembolsamos 450 millones de dólares para que nuestros jubilados tengan un servicio puerta a puerta con los pañales”. Farías no dudó en sospechar que “acá atrás hay un negocio, y que esa sensibilidad no existe”.

La jornada de lucha también se enmarca en la crítica al aumento de la represión hacia sectores vulnerables, como los jubilados. “El Papa Francisco dijo alguna vez que se gastaba más en gas pimienta que en comedores”, recordó Farías, repudiando cualquier forma de represión hacia manifestaciones pacíficas. La imagen de los curas villeros siendo gaseados fue usada como símbolo de una política que, según él, carece de empatía y prioriza intereses represivos sobre las necesidades fundamentales de los ciudadanos más desprotegidos.

Detrás de estas manifestaciones, Farías también vislumbró lo que describió como un regreso al menemismo, pero en una etapa superior y potenciada. “La corrupción avanza, como a mí me gusta decirlo, es básicamente el menemismo potenciado”, sentenció, comparando a la actual gestión con la histórica administración de Víctor Alderete. En este paralelismo, se destaca una política “empobrecedora, mucho más represiva, […] donde los castigados siguen siendo siempre los mismos, los que menos tienen, a favor de los que más tienen”.

La jornada fue declarada un éxito por sus organizadores, no solo por la participación masiva de los trabajadores, sino por el impacto mediático logrado. Sin embargo, las miras no se detienen aquí. Según explicó Farías, las luchas serán unificadas con Altrancés, otro colectivo que comparte objetivos similares con el PAMI, y apunta a una población común: los queridos jubilados y jubiladas. “Luchen y se van”, evocó Farías, aludiendo a la consigna de lucha popular en tiempos del último régimen dictatorial.

Por el momento, el plan es claro: “luchar, luchar y luchar”, como recalcó Farías, siguiendo las directrices de Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE. No se vislumbra una negociación con las autoridades mientras persista esta postura, ya que, según Farías, “son mentirosos seriales, […] ladrones seriales”.

A través de esta manifestación nacional, los trabajadores del PAMI han elevado una voz colectiva que espera ser escuchada. Los próximos pasos consistirán en intensificar los esfuerzos y buscar unidad con otros sectores afines, en un intento de transformar la realidad de una institución esencial para los jubilados argentinos.

Esta jornada no solo representa un acto de resistencia, sino un recordatorio de las profundas necesidades que prevalecen en la gestión de la obra social más importante del país. Los trabajadores, sin embargo, se mantienen firmes en su lucha con la esperanza de encontrar un futuro más justo para ellos y para aquellos a quienes sirven.