De Rusis explica la motivación detrás de este estudio: “Nos unimos muchas de las organizaciones que participamos del censo del 2017 y del 2019 y decidimos realizar un relevamiento en la Comuna 1 por varias razones. Una porque es la comuna que mayor porcentaje de personas en situación de calle tiene”. Esta selección no es casual; la Comuna 1, que abarca áreas emblemáticas como Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, Constitución, San Telmo y Montserrat, concentra una alta densidad de personas sin hogar.
El informe revela un dato estremecedor: “El número que dio la Comuna 1 es de 1.483 personas”. Para poner en perspectiva este dato, basta con compararlo con el relevamiento realizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que contabilizó 1.288 personas en situación de calle en toda la ciudad el año pasado. En una sorprendente contradicción, una sola comuna alberga más personas sin hogar que las registradas en todo el ámbito urbano por las cifras oficiales.
A través de un extenso cuestionario, la investigación buscó más que números, indagando en las complejidades humanas detrás de cada caso. Revelador es el hecho de que “6 de cada 10 personas que contestaron viven en la Ciudad de Buenos Aires desde hace más de 10 años”, a pesar de las dificultades para acceder a ciertos beneficios sociales. Además, un inquietante 25% reconoció haber caído en la situación de calle durante el último año, reflejando el reciente agravamiento de esta situación social.
Un aspecto crítico del estudio es el exploración de las experiencias con los refugios, o “paradores”, donde solo el 30% admite haber asistido en los últimos seis meses, pero de ellos, “el 50% dijo que su experiencia fue muy mala”. A esto se suma la denuncia de la violencia institucional, con 8 de cada 10 personas reportando haberla sufrido. De Rusis subraya la crudeza de estos atropellos al recordar que “todas las noches vemos las camionetas de espacios públicos donde les arrojan los colchones, las frazadas, los mochilas, la documentación”.
La directora de Amigos en el Camino critica la insensibilidad de las políticas actuales y las declaraciones de algunos políticos que tratan a las personas en situación de calle con menosprecio. “Nos duele… cualquier vecino de la ciudad de Buenos Aires o de cualquier parte del país puede caer en situación de calle”, afirma, enfatizando la urgente necesidad de políticas comprensivas y humanizadoras.
La organización que encabeza no solo denuncia la falta de apoyo integral por parte del gobierno, sino que además promueve la importancia de las redes de apoyo comunitarias. Estas incluyen grupos sociales, parroquias e iglesias, donde “otras personas en situación de calle, en medio del dolor y la necesidad, son redes de apoyo y de ayuda”. De Rusis aboga por una intervención gubernamental que unifique esfuerzos de diferentes sectores para proporcionar apoyo a corto, mediano y largo plazo.
La extensa labor realizada en este relevamiento es testimonio de la capacidad de las organizaciones civiles para retratar una dura realidad: “La realidad que podemos decir hoy es que en una sola comuna hay 1.483 personas. Con su historia de dolor, cada una de ellas”. Este importante trabajo coloca una alarma sobre la confiabilidad de las cifras oficiales y la necesidad de emprender acciones efectivas.
Mónica de Rusis concluye su llamado con una invitación para que toda la sociedad asuma su responsabilidad: “Todos debemos hacerlo. Porque nadie está exento. Un amigo. Un hijo. Un padre. Un hermano. Un conocido. Un familiar. Quizás mañana pueda estar en situación de calle”. Con su voz, Amigos en el Camino no solo cuenta la calle, sino que también ruega por una empatía y acciones que transformen la dura realidad de muchos ciudadanos invisibilizados bajo el cielo porteño.
