Jorge Macri y la controversia del Día del Niño: Juguetes ausentes en Buenos Aires

Jorge Macri y la controversia del Día del Niño: Juguetes ausentes en Buenos Aires

La tradición de entregar juguetes a los niños de los barrios de Buenos Aires en el Día de las Infancias ha sido abruptamente rota este año, generando una serie de críticas y denuncias de distintas organizaciones sociales. Según estas denuncias, “tras la alianza con Milei, Jorge Macri no entregó juguetes a comedores comunitarios, a comedores barriales”, lo que representa un cambio drástico en una práctica que había sido un pilar de la asistencia social en la ciudad.

Hasta el año pasado, era común que cada niño de los más de 3,000 merenderos y comedores populares esperara con alegría un juguete nuevo, una pequeña muestra de atención por parte de la administración porteña. Ana, quien ha asistido al merendero del barrio de Retiro desde 2024, relató: “Este año ni siquiera avisaron que no iban a dar juguetes”.

La situación parece desmentir la aparente bonanza económica de Buenos Aires. “Estamos en la ciudad más rica de nuestro país”, señalan las organizaciones, cuestionando cómo un distrito con un presupuesto tan amplio, incluso superior al de ciudades como Madrid, puede fallar en una misión tan básica: regalar una sonrisa a los más pequeños. Los testimonios son contundentes y uniformemente tristes, todos “se meten con los más débiles, con los pibes de las familias más vulnerables”.

“Esta ciudad de Buenos Aires tiene presupuesto superior al que tiene, por ejemplo, Madrid, sin embargo, nuestro jefe de gobierno […] desprecia a las personas”, es la acusación que se eleva contra la administración de Jorge Macri. Al dejar de lado una tradición tan significativa, “las políticas de la crueldad” parecen haberse instalado con fuerza en una ciudad que hoy “fue una escuela modelo del vaciamiento del Estado”.

El vacío en la entrega de juguetes toca un nervio particularmente sensible en la comunidad. Las políticas de ajuste del gobierno han sido criticadas como “la profundización de un ajuste que viene acaeciendo en el distrito más opulento del país”, con efectos palpables en estas fechas especiales.

El periodista Martín Suárez, quien ha estado cubriendo el tema de cerca, señala que esta decisión del gobierno porteño sigue el patrón de “un gesto que viene realizando desde hace muchos años, y que abrazaba a miles de chicos y chicas”. Sin embargo, este año “el gobierno porteño no hizo entrega de los juguetes para los comedores populares”.

La ausencia de estas simples pero significativas muestras de solidaridad refleja un modelo político que muchos ven como un desdén por la comunidad menos favorecida. “No quisieron poner un mango para comprar unos juguetes de mierda y repartirlos entre los pobres”, resume crudamente uno de los testimonios recogidos.

En conclusión, la controvertida omisión señala un cambio en la política social que muchos temen es indicativo de tendencias más amplias a nivel nacional. “En esta ciudad, desde hace 20 años más o menos, gobierna el sistema de la crueldad”, afirman los críticos del gobierno, sugiriendo que el caso de los juguetes es solo la punta del iceberg de un enfoque gubernamental carente de empatía hacia los más necesitados.

Mientras tanto, la comunidad afectada sigue buscando respuestas y soluciones. La interrupción de esta tradición no solo deja un vacío físico en las manos de los niños, sino también un vacío emocional en el corazón de muchas familias. Las organizaciones sociales de Buenos Aires continúan alzando la voz, esperamos que a tiempo para que el próximo año, estas pequeñas manos vuelvan a llenarse de un símbolo de esperanza y alegría en su día especial.