En el ámbito bancario, las luchas laborales siempre han tenido sus particularidades, pero Guzzi advierte sobre un nuevo avance que complica aún más el panorama: “hay un avance terrorífico de esta plataforma, de estos modos que la gente, lamentablemente, está bien utilizando para financiarse, y que parece que nadie está viendo”. Mientras luchan contra las patronales tradicionales, los empleados ahora tienen que lidiar también con nuevas formas tecnológicas y financieras que no siempre están bien reguladas.
Pero las dificultades no solo vienen de estas plataformas. Guzzi expone una falta de liderazgo y representación por parte del gremio mayoritario. Ella critica que no se está viendo “la realidad de las entidades” y señala directamente al secretario general del sindicato mayoritario, indicando que ha estado “muy abocado a su candidatura política”, olvidando las necesidades directas de los trabajadores que se supone debería representar.
La situación es especialmente preocupante en Córdoba. Guzzi dice que “no vemos presencia de nadie” para ofrecer apoyo o soluciones a las problemáticas cotidianas de los empleados bancarios. El clima durante las jornadas laborales es de incertidumbre, miedo y angustia, sentimientos que se ven agravados por una “calma muy ensordecedora” de quienes deberían estar al frente del conflicto.
Entre las preocupaciones que Guzzi destaca, el maltrato laboral es una de las más alarmantes. Situaciones de violencia no solo afectan a los individuos, sino que destruyen familias enteras. Ella comparte casos inaceptables de compañeros que han sido llevados a renunciar bajo amenazas, lo cual es un testimonio de la necesidad urgente de un cambio estructural dentro del sistema laboral bancario. Esta violencia parece ser parte de una “vieja artimaña” utilizada para deshacerse de aquellos empleados que no se alinean con el sindicato mayoritario o que simplemente protestan contra las injusticias.
La entrevista también destaca lo que SITEBA propone como un sindicato alternativo. Guzzi subraya la importancia de ofrecer un ambiente de trabajo tranquilo y seguro para todos los empleados. “No queremos más esto, basta, basta”, expresa apasionadamente sobre las injusticias que han dominado por tanto tiempo. La propuesta de SITEBA es tratar a todos los empleados con dignidad y ofrecer un espacio donde “las mujeres como los varones tenemos participación”, luchando así contra la invisibilización de género que suele ocurrir en muchos sindicatos tradicionales.
Guzzi también advierte que muchos de los problemas que aquejan al sector son ocultados por publicaciones que tergiversan la realidad, pintando un cuadro mucho más favorable de lo que realmente es dentro del mundo bancario. Esta manipulación de la información es vista como un intento de mermar la moral de los trabajadores y dar una imagen de bienestar que no corresponde con la vida diaria de quienes trabajan en los bancos.
Desde SITEBA, la apuesta es clara: maximizar la participación y dejar de lado las desigualdades y conflictos internos que solo contribuyen a perpetuar un sistema injusto. Frente a esto, Guzzi llama a todos sus compañeros y compañeras a buscar “otra posibilidad, otra opción”, destacando que el poder verdaderamente reside en la capacidad de los trabajadores para organizarse, debatir y enfrentarse unidos a las dificultades.
En un contexto electoral, donde el próximo 11 de septiembre SITEBA se enfrentará a un nuevo proceso eleccionario, Guzzi concluye con un llamamiento a la acción en búsqueda de una representación real y efectiva para todos los trabajadores del sector. Su mensaje es también un recordatorio de la necesidad de no bajar la guardia y de seguir luchando por un cambio genuino y justo: “Quiero que mis compañeros vengan a trabajar tranquilos, y que su familia disfruten cuando el compañero vuelva a su casa”.
La historia de Carina Guzzi y su incansable esfuerzo por un entorno laboral más justo es un reflejo del espíritu de lucha que caracteriza a muchos trabajadores en Córdoba y en todo el país. En ese sentido, su mensaje se proyecta como un llamado a la reflexión y a la acción, no solo para los trabajadores bancarios, sino para todos aquellos que enfrentan condiciones laborales desafiantes y buscan un cambio que garantice un futuro más justo y seguro.