Una Caravana por la Salud en la Comuna 8: La Lucha por un Hospital Real

Una Caravana por la Salud en la Comuna 8: La Lucha por un Hospital Real
Un Hospital que Nunca Fue

La Comuna 8, que engloba a los barrios de Villa Soldati, Villa Riachuelo y Lugano, continúa siendo testigo de promesas incumplidas, con un “hospital” que muchos consideran “una salita casi de emergencia”, tal como comentó Mabel Mamani, activista de la organización Salvador Herrera CTA Capital. “Venimos en este plan de lucha desde 2005. No hay recursos humanos ni médicos suficientes. Los CESAC del barrio están colapsados y no tenemos respuestas”, expresó Mamani frente a las puertas del Ministerio.

El estado precario de los servicios de salud en la Comuna 8 ha tenido consecuencias devastadoras. Según María Eva Cousoviti, miembro del Frente Salvador Herrera, “la mortalidad infantil está duplicada en comparación con las comunas del norte y la esperanza de vida se ha reducido en más de 10 años”. Esta realidad se vive en medio de un ajuste presupuestario que ha visto recortes significativos en áreas críticas como la educación, lo que agrava aún más la situación.

Una Larga Lucha por la Dignidad

La caravana contó con una amplia participación de agrupaciones como Somos Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento Evita, entre otros. Estas organizaciones comparten una misma visión: la urgencia y necesidad de un cambio radical en la gestión y distribución de recursos en la ciudad, especialmente en términos de salud y educación. Los reclamos de la caravana se extienden también a los CESAC 3, 43 y 18, que sufrén de carencias en personal de salud y equipamiento, reflejando una problemática más amplia de escasez en la infraestructura sanitaria.

Una de las principales exigencias fue la necesidad de convertir el Hospital Cecilia Grierson en un verdadero centro de salud que pueda atender a la población local sin necesidad de derivaciones a otras instituciones sanitarias, como el Hospital Santojanni o el Piñeiro. “Teniendo un hospital tan cerca, tenemos que estar suplicando por atención básica”, señaló claramente Mabel Mamani, reflejando un sentimiento compartido por muchos habitantes de la comuna.

Un Clamor por Justicia y Equidad

La manifestación no solo se centró en las deficiencias del sistema de salud sino también en criticar las políticas que consideran “hipócritas” por parte del gobierno porteño, que asegura priorizar la salud y la educación mientras recorta presupuestos y margina a las comunidades más vulnerables. La gentrificación no solo afecta la infraestructura urbana sino también las políticas públicas, creando una brecha cada vez más amplia entre los diferentes sectores de la ciudad.

A pesar de las adversidades y la larga espera, las organizaciones que participaron en la caravana expresaron su voluntad de continuar con la lucha. “Exigimos un modelo de ciudad completamente diferente”, insistió Cousoviti, destacando la necesidad de un cambio paradigmático que asegure los derechos básicos de todos los ciudadanos, comenzando por aquellos que tienen menos acceso a servicios esenciales.

Un Compromiso con la Comunidad

Si bien la caravana logró llamar la atención de los funcionarios, quienes se comprometieron a organizar una próxima reunión, los habitantes de la Comuna 8 siguen dudando de la efectiva voluntad del gobierno de cumplir con las promesas hechas hace casi dos décadas. No obstante, la manifestación representó un importante paso en el camino hacia la realización de un hospital real en la zona, un símbolo de la resistencia de las comunidades que se niegan a ser olvidadas o silenciadas.

El recorrido desde el Hospital Grierson hasta el Ministerio de Salud, aunque simbólico, reflejó la determinación de los vecinos y organizaciones que, unidos, persisten en su demanda por un sistema de salud que no solo sea accesible sino también competente y equitativo. Las voces como las de Mabel Mamani y María Eva Cousoviti son un recordatorio de que la lucha está lejos de terminar, pero que continuará con vigor hasta obtener la dignidad y los derechos que merecen todas las personas, sin importar en qué parte de la ciudad vivan.

En definitiva, el reclamo no solo busca la construcción de un edificio, sino la implementación de un modelo de ciudad basado en la justicia social y la equidad, donde cada individuo tenga acceso a servicios de salud de calidad, asegurando el bienestar de las generaciones presentes y futuras. La caravana de este martes deja claro que la comunidad seguirá movilizándose hasta que esa realidad se materialice.