Unidos en la Lucha: La Marcha que Desafía a Horacio Rodríguez Larreta

Unidos en la Lucha: La Marcha que Desafía a Horacio Rodríguez Larreta

El lema de la marcha encapsula una serie de reclamos que buscan no solo visibilizar, sino también presionar para la resolución de problemáticas que afectan a miles de porteños día a día. Una exigencia clave es el “reconocimiento salarial para las y los trabajadores de espacios comunitarios”, quienes aseguran que las “raciones de comida que se entregan en los comedores comunitarios” están en un estado de decaimiento crítico. Los manifestantes denuncian que estas raciones son insuficientes y de mala calidad, exigiendo no solo mejoras en estos suministros, sino también otras reivindicaciones fundamentales.

La marcha culminó simbólicamente a una cuadra de la Jefatura de Gobierno de la ciudad, donde se realizó una asamblea combativa que incluyó una radio abierta, permitiendo que las voces de los referentes de distintos movimientos resonaran en todo el vecindario. Sin embargo, la cobertura mediática de esta manifestación fue limitada. “Algunos medios reflejaron, pero la gran mayoría no”, denunció uno de los referentes, subrayando la importancia de difundir su mensaje.

Los líderes presentes no escatimaron en críticas hacia el actual jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, quien se perfila como aspirante a la presidencia de Argentina representando a la derecha del país. Uno de los dirigentes advirtió con contundencia: “Ese tipo quiere ser presidente y no está generando laburo en la Ciudad de Buenos Aires”. En su discurso, hizo un llamado a la unidad de todas las organizaciones presentes para “frenar a la derecha”, enfatizando que “la unidad es importante, porque nosotros tenemos que frenar a la derecha”.

Los oradores destacaron la falta de generación de empleo en la capital más rica del país y recalcaron que Larreta ha sido incapaz de promover el desarrollo laboral necesario. “La Ciudad de Buenos Aires, que es el distrito más rico del país, no genera laburo, es el distrito que menos laburo generó en nuestros últimos tiempos”, afirmaron. Este vacío en políticas de empleo y la amenaza de una potencial gestión a nivel nacional bajo el mismo liderazgo preocupan a estos movimientos, quienes vaticinan un futuro aun más adverso si no se produce un cambio de rumbo.

Entre los discursos, se percibía un sentido de urgencia por unirse y actuar. Una representante del POL, Remi, recalcó que era hora de “salir y reventar el país para conseguir lo que queremos”, llamando a que las necesidades de las comunidades se pongan en el centro del debate político. También remarcó la desproporción en las ofertas salariales frente a una inflación que no da tregua, exigiendo un aumento en una sola cuota que esté en línea con la realidad económica aplastante.

Por su parte, Natalia Ayma de la CTA Capital hizo un llamado emotivo a la acción, destacando la situación crítica que viven los barrios vulnerables de la ciudad: “Estamos en una situación crítica, la ciudad de Buenos Aires recauda millones de dinero”, pero pese a eso, la realidad en los barrios es desoladora. Aseguró que muchas personas viven “por debajo de la línea de pobreza”, y subrayó que en su mayoría los manifestantes provienen de barrios que hacen frente a la contaminación, la precariedad y la falta de recursos esenciales.

Sus palabras subrayaron la existencia de un doble estándar dentro de la ciudad. “Vivimos en nuestro barrio, ellos se van a su casita y tienen seguramente mucha calefacción”, dijo Ayma, haciendo notar la diferencia abismal entre los que toman decisiones y quienes sufren las consecuencias de esas decisiones diariamente.

Al concluir la marcha, el mensaje fue claro: se exige al gobierno de la ciudad que escuche y trabaje con las organizaciones para mejorar la vida en los barrios. Quieren ser reconocidos no solo como trabajadores esenciales, sino como seres humanos dignos de vivir en mejores condiciones. La manifestación del 19 de este mes no fue solo una demanda de derechos laborales y sociales, sino también un grito de dignidad y un fuerte llamado a la acción colectiva.

En un momento donde las divisiones políticas y sociales parecen más profundas que nunca, la unidad mostrada por estas organizaciones plantea una pregunta crucial sobre el futuro de la gestión en Buenos Aires y su impacto potencial a nivel nacional. Mientras continúe la lucha, las palabras de estos líderes seguirán resonando, exigiendo el reconocimiento y el respeto que, sienten, se les ha negado durante demasiado tiempo.