La reciente propuesta del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, de retirar subsidios a aquellos que eligen protestar en las calles, ha subido la temperatura del debate político en el país. Cecilia Rojas, una histórica militante de la barriada de Mataderos, vinculada al comedor comunitario Siete Esquinas y a la organización política La Cámpora, ha compartido su opinión sobre el tema, ofreciendo una visión desde la base social.
Rodríguez Larreta, al anunciar mediáticamente esta propuesta, parece enfocar sus argumentos en la suposición de que quienes protestan en las calles son “todos planeros”, según señala Rojas, dando a entender que tienen planes de asistencia del estado y que está incorrecto recibir estos beneficios si se protesta exigiendo derechos. Para la militante, esta postura no solo es sorpresiva, sino que además, “ni le corresponde”, afirmando que el jefe de gobierno no muestra políticas destinadas a los sectores más necesitados.
Cecilia Rojas relata que el rol del gobierno de la ciudad ha sido más bien el de “dejar con más hambre y con más problemas a la gente que tiene menos recursos”, y aclara que las críticas a las urbanizaciones en las villas son claras, ya que “no se ha hecho absolutamente nada”, haciendo énfasis en problemas de infraestructura y salud pública como la falta de electricidad y el agua contaminada.
En su análisis, Rojas refuerza el derecho fundamental a protestar, recordando que los logros sociales “son adquiridos a través de la lucha”, y expresa que estos intentos de eliminar las protestas son un intento de “quitar nuestros derechos”. Según su experiencia en el campo social, estuvo también involucrada en movimientos piqueteros anteriormente, y ahora ve que la urgencia por reclamar es aún mayor por la combinación de crisis política y económica.
Al cuestionar abiertamente las intenciones del jefe de gobierno, Cecilia comenta que sus declaraciones parecen “como parte de su campaña” presidencial más que como una propuesta genuina a nivel de gestión local, señalando un trasfondo ideológico que busca generar “una guerra de pobres contra pobres”. En este sentido, sostiene que “este tipo de planteamientos” pueden desencadenar violencia en las calles, dado que generan divisiones profundas en la sociedad.
Mientras tanto, el contexto en el que emergen estas protestas es el de un aumento en la precariedad económica. Rojas menciona que incluso personas con empleo formal “están viniendo a nuestros comedores porque no le alcanza la plata para llevar el pan a sus casas”. Un signo evidente de la creciente crisis alimentaria que vive la ciudad.
Respecto al panorama político, Cecilia describe un escenario de “hartazgo y desamor” hacia el gobierno nacional por parte de la militancia del campo popular, generando así un campo fértil para que “la derecha… ocupe esos lugares”. Subraya que las decisiones y el contexto de descontento generalizado están dejando muchos huecos en el tejido social y político que pueden ser ocupados oportunamente por sectores contrarios al gobierno actual.
En paralelo, se destaca la labor diaria de espacios de contención como el comedor comunitario Siete Esquinas, que va más allá de ofrecer un plato de comida. En su actividad diaria, este centro también aporta educación y cultura al barrio, con clases de primaria y secundaria para adultos, talleres de carpintería, y actividades radiales, complementando su labor en la comunidad.
Con un tono de indignación, Rojas concluye su análisis destacando que los medios de comunicación a menudo distorsionan la realidad económica, alegando que las cifras divulgadas sobre ayudas estatales no corresponden a la realidad que viven día a día: “Son 16.500 pesos por un plan donde la gente tiene que trabajar”, recalca.
La base de la propuesta de Rodríguez Larreta, según describe Rojas, se sostiene en un relato que busca “indignar a los propios”, cultivando divisiones que pueden ser peligrosas. Su crítica final refleja la necesidad urgente de encontrar soluciones basadas en la inclusión y en políticas concretas que atiendan las necesidades reales de la población más vulnerable.
En definitiva, la postura de Cecilia Rojas visibiliza las verdaderas problemáticas detrás de discursos políticos que, lejos de ofrecer soluciones, buscaban polarizar y exacerbar tensiones ya latentes en la sociedad argentina. En su llamado a la acción, se encuentra la esperanza de muchas comunidades que, con esfuerzo diario, trabajan por una realidad más justa e igualitaria.