El proyecto de ley de reiterancia presentado recientemente por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha suscitado un fuerte debate y preocupación entre diversos sectores de la sociedad. Este proyecto, que en su esencia busca maniatar a las libertades individuales en pos de una supuesta seguridad, ha sido duramente criticado por su manifiesta inconstitucionalidad y potenciales violaciones a los derechos humanos básicos. Una Voz Crítica Graciana Peñafort, legisladora de Unión por la Patria, ha sido una de las voces más críticas contra este proyecto. Durante una entrevista, Peñafort no escatimó en […]
El proyecto de ley de reiterancia presentado recientemente por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha suscitado un fuerte debate y preocupación entre diversos sectores de la sociedad. Este proyecto, que en su esencia busca maniatar a las libertades individuales en pos de una supuesta seguridad, ha sido duramente criticado por su manifiesta inconstitucionalidad y potenciales violaciones a los derechos humanos básicos.
Una Voz Crítica
Graciana Peñafort, legisladora de Unión por la Patria, ha sido una de las voces más críticas contra este proyecto. Durante una entrevista, Peñafort no escatimó en adjetivos para describir la gravedad de esta posible ley. “Este proyecto no tiene vueltas. Está reñido con la Constitución Nacional porque vulnera el principio de inocencia y el derecho a la defensa en juicio”, afirmó categóricamente la legisladora.
El Proyecto Bajo la Lupa
El proyecto de reiterancia, según describió Peñafort, permitiría que una persona pueda ser detenida por una conducta “sospechosa” sin necesidad de una orden judicial, interviniendo únicamente el fiscal. Además, habilitaría allanamientos y requisas sin intervención judicial, generando que sucesivas detenciones bajo la figura de reiterancia puedan terminar con una persona privada de su libertad por tiempo indefinido, contando estas detenciones como condenas formales sin que exista un juicio de por medio.
La falta de una definición precisa sobre qué constituye una “conducta sospechosa” es uno de los puntos más preocupantes. Este vacío permitiría detenciones arbitrarias, dado que ninguna norma establecida serviría para delimitar claramente los actos que justificarían una aprehensión bajo estos términos.
Ejemplos y Consecuencias
Uno de los puntos más contundentes que presentó Peñafort en su crítica fue el uso hipotético del principio de reiterancia en el caso de Lucas González. “Si usted se aplicó al principio de reiterancia, la muerte de Lucas González no hubiese generado responsabilidad para la policía de la ciudad”, aseveró, subrayando el peligro de legitimar actuaciones policiales arbitrarias.
El caso de Lucas González, un joven futbolista asesinado por la policía mientras compraba una gaseosa, ilustra de manera radical lo que puede suceder en un contexto donde la arbitrariedad policial se ve respaldada legalmente. Este tipo de legislación no hace más que aumentar el riesgo para cualquier ciudadano, especialmente aquellos en situaciones vulnerables.
Publicidad, No Seguridad
Para Peñafort, el proyecto es “una gran estrategia publicitaria del gobierno de Jorge Macri”. Lejos de ser una herramienta efectiva para agravar penas, es visto como una manera de crear un nuevo tipo de delito: la “conducta sospechosa”. Lo que plantea es, en última instancia, una manera de satisfacer a un electorado que pide mano dura, sacrificando principios constitucionales esenciales en la búsqueda.
“Pensá la barbaridad que vos le llamás operativo de limpieza a levantar gente de la calle, como si fuera basura. No son basura, son personas”, arremetió Peñafort, haciendo una analogía que desnudó la deshumanización implícita en el proyecto. Esta perspectiva invita a reflexionar sobre quiénes serían los más afectados: los ciudadanos más vulnerables, aquellos en situación de calle o que participan en protestas sociales.
Un Proyecto Indefendible
El trayecto legislativo del proyecto aún es incierto. Hasta la fecha de la entrevista no existía dictamen de comisión, y quedaban varias instancias por cumplir antes de que pudiera llegar al recinto. “Yo este proyecto me corto una mano antes de votarlo”, aseguró Peñafort, con la firmeza que da la defensa de principios inalienables.
La falta de sustancia en la gestión de Jorge Macri, destacada por la legisladora, se refleja también en la presentación del proyecto, que según ella está “pésimamente redactado”. Incluso, señala que ni siquiera se citan correctamente los artículos del Código Contravencional que se pretende modificar, ejemplificando el nivel de improvisación y falta de seriedad que rodea esta propuesta.
Implicaciones para Protestas y Libertades
No es menor la observación sobre cómo esta normativa podría utilizarse para reprimir la protesta social. La libertad de expresión, incluida en el derecho a protestar, es un componente esencial del sistema democrático. Cualquier acción que pretenda restringirla debe ser observada con máxima rigurosidad.
“Pretender reprimir la protesta en violación de la Constitución es aún más absurdo”, dijo Peñafort, insistiendo en que cualquier intento de tal índole atenta directamente contra las bases mismas de la democracia.
Conclusiones
El proyecto de reiterancia propuesto por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no solo representa una amenaza directa a derechos y libertades fundamentales, sino que también pone en tela de juicio la capacidad administrativa y ética de la gestión de Jorge Macri. Desde su estructura mal concebida hasta sus abismales implicaciones en términos de derechos humanos, el proyecto ha sido recibido con un rechazo que solo subraya la importancia de una vigilancia constante sobre las legislaciones que buscan imponerse en nombre de la seguridad.
Por ahora, el proyecto sigue su curso en el laberinto legislativo, pero la oposición activa y fundamentada de voces como la de Graciana Peñafort recuerda que no todo vale en nombre de la seguridad. La democracia, con sus principios y derechos, no debe sacrificarse en el altar de la arbitrariedad y la represión.