Amorales

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La cruda realidad de un gobierno que nos hambrea





En los últimos años, los ciudadanos argentinos han sido testigos de políticas y decisiones gubernamentales que parecen más encaminadas a perjudicarlos que a mejorar su calidad de vida. Desde la administración nacional hasta los gobiernos locales, la sensación de abandono y abuso es una constante. Aquí, desglosamos el impacto de estas decisiones y cómo afectan a cada uno de nosotros.







A Morales, Inmorales y Momentos Inhumanos



Desde hace tiempo, hemos venido describiendo a quienes están al mando del gobierno nacional con términos como inmorales y, por momentos, inhumanos. Los hechos están a la vista. La situación en la ciudad no es tan distinta, aunque sus políticas y decisiones suelen estar más disfrazadas o veladas. No obstante, los mismos intereses persisten.



Hemos repetido en innumerables ocasiones en este programa que el gobierno nos está sometiendo a la miseria. Nos han convertido en aquello que prometieron combatir: una “casta”. Nos dijeron que iban a luchar contra la corrupción de otros políticos, pero nunca mencionaron que esta “casta” incluiría a todos nosotros, los ciudadanos y las ciudadanas que no estamos alineados con ellos. Pensamos que se referían solo a los corruptos, y en el mejor de los casos, a los kirchneristas. Pero nos equivocamos.



Estamos tan equivocados que ahora enfrentamos la posible eliminación del aguinaldo. El Decreto de Necesidad y Urgencia sigue vigente, la ley de bases está casi lista, todos los puentes están tendidos y la mesa está servida. Y en ese banquete, nosotros somos el plato principal. No solo nosotros, sino todo lo que hay en nuestro país. Quizás aún necesiten nuestra fuerza de trabajo para extraer sus riquezas, o tal vez importen trabajadores, ya que están acostumbrados a importar todo lo demás.



Hemos definido y perfilado a este gobierno incontables veces, y aún es necesario, porque hay muchos argentinos que conservan la esperanza en un gobierno que los abusa y miente constantemente. Y cuando una verdad innegable sale a la luz, las excusas son infantiles. Están tratando de evadir la responsabilidad a la que se postularon y ganaron mintiendo descaradamente.



Buscábamos ejemplos de cómo el gobierno de la ciudad también adopta prácticas semejantes. Un caso reciente destaca: distintos medios denuncian que el gobierno porteño ha recortado en un 50% el presupuesto para los comedores comunitarios. Han dejado de enviar la mitad de la leche que se suministraba a los jardines de infantes. Estos jardines, gestionados por el Ministerio de Educación porteño y organizaciones civiles, recibían 45 litros por semana; ahora reciben solo 25.



Este ajuste, dirigido por Jorge Macri y su Ministra de Educación, Mercedes Miguel, siempre afecta primero a los más vulnerables: nuestros niños. Mientras tanto, los poderosos gozan de exenciones fiscales y otras dádivas de cuantías exorbitantes. Estos mismos que critican al Estado no tienen reparos en llenarse los bolsillos con lo que nos quitan por otro lado.



El gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se esconde tras programas como Buenos Aires Aprende. Jorge Macri dice que la educación es sinónimo de libertad y que planea introducir tecnología en las aulas. Sin embargo, nadie puede aprender si le falta el alimento básico desde pequeño. Sus promesas son vacías y sus políticas, moralmente reprensibles.



Los argentinos vivimos en un contexto donde, lamentablemente, el Estado no está para protegernos, sino para exprimirnos. Y mientras esto continúe, seguiremos siendo el banquete de los poderosos.