La directora del festival, Cecilia Ruiz, una actriz, directora y docente con una vasta experiencia en el mundo teatral, comparte su emoción por la próxima edición. Reflexiona sobre el origen del festival hace catorce años, motivado por la percepción negativa hacia los adolescentes. “En ese momento, los adolescentes eran como los causantes de todos los males de la sociedad”, recuerda Ruiz, quien detectó un contraste en el ámbito teatral, donde los jóvenes mostraban otras facetas mucho más ricas y diversas.
Una Historia de Crecimiento y Expansión
El festival, que comenzó modestamente en Buenos Aires, se ha expandido de manera impresionante. Desde sus primeras ediciones, se ha abierto a la participación nacional e internacional, abarcando países como México, Chile y Uruguay, y varias provincias argentinas. “Lo que es más maravilloso aún es que hay sedes, los vamos que venimos, en el sur de Chile, en San Pablo, en Montevideo y más”, destaca Ruiz. Este crecimiento refleja la inspiración y el impacto que Vamos que Venimos ha tenido, motivando a otros a replicar el modelo en sus propias localidades.
Vamos que Venimos se diferencia por ser inclusivo y accesible, al garantizar la gratuidad de sus actividades. Aunque los elencos internacionales deben costear sus propios viajes, esta dinámica de autogestión fomenta un fuerte compromiso y demuestra la importancia que los jóvenes y sus comunidades le otorgan al festival.
El Escenario Adolescente y la Diversidad de Expresiones
Los jóvenes participantes aprovechan este escenario global para compartir sus historias y preocupaciones, un reflejo de sus diferentes contextos socioculturales. Según Ruiz, cada año presenta una “cosa distinta”, donde los adolescentes, desde México hasta el sur de Argentina, exponen temas que resuenan a nivel global. Las obras no solo abarcan una amplia gama de géneros y estilos, sino que también reflejan una tendencia hacia las puestas en escena clásicas y experimentales.
La participación de elencos es variada, con agrupaciones “integradas totalmente por adolescentes”, aunque bajo la dirección de adultos que apoyan su creatividad. Ruiz aclara que el requisito es que el 70% del elenco sean adolescentes, logrando así un espacio genuino de expresión juvenil. “Los chicos realmente están haciendo propuestas. Este año, particularmente, es como que han vuelto bastante a lo clásico”, comenta Ruiz, señalando el interés de los jóvenes por aprender de los grandes textos dramáticos.
Un Intercambio Cultural y Educativo Enriquecedor
Más allá de las presentaciones teatrales, el festival se distingue por ofrecer talleres de capacitación y foros de intercambio cultural. Esto permite a los adolescentes profundizar en su interés por el teatro y compartir sus procesos creativos. Ruiz explica la importancia de estos espacios, donde los jóvenes pueden recibir retroalimentación constructiva de destacados profesionales del teatro. “Están grandes artistas… que miran la obra y luego les dan su mirada”, detalla Ruiz, destacando la valiosa interacción que se genera.
El festival también involucra a reconocidos nombres del teatro que actúan como jurados o facilitadores de talleres, quienes enriquecen la experiencia de los adolescentes con sus conocimientos y perspectivas. Este año, figuras como Volpe y Valeria Loy formarán parte de las actividades, aportando su experiencia y entusiasmo.
Una Llamada a la Comunidad
Cecilia Ruiz extiende una invitación a la comunidad para sumarse al festival, no solo jóvenes, sino también adultos interesados en conocer las voces de las nuevas generaciones. “Es una invitación muy profunda que hago yo desde mi adultez”, afirma Ruiz, alentando a que se presencien las obras y foros, disponibles en el Centro Cultural San Martín.
Para participar y conocer más detalles de la programación, el público puede visitar la página oficial del festival en www.vamosquevenimos.com. La iniciativa busca no solo entretener, sino también fomentar la reflexión y el intercambio cultural, haciendo del teatro una poderosa herramienta de comunicación y aprendizaje entre los adolescentes y la comunidad en general.
Con un enfoque en la inclusión, la educación y el arte, Vamos que Venimos se presenta como un espacio esencial donde los jóvenes actores del presente encuentran su voz, construyendo puentes de empatía y comprensión cultural a través del teatro. No cabe duda de que el Festival Mundial de Teatro Adolescente es una cita imperdible en el calendario cultural de Buenos Aires, que promete ser inspiradora y conmovedora para todos los asistentes.