Cada 2 de abril, pero también cada día, evocamos a quienes entregaron todo por la patria
Dedicamos este espacio a honrar y recordar a los héroes de Malvinas, esos argentinos que, con valentía y patriotismo, desembarcaron en las Islas Malvinas para reclamar la soberanía de nuestro país. Hablamos con Carlos Torres, veterano de la guerra de Malvinas, quien nos compartió su experiencia y reflexiones sobre lo vivido y lo que aún representa la guerra para la Argentina.
Carlos Torres es uno de esos nombres que representan el coraje y el sacrificio de los soldados argentinos en la guerra de Malvinas. Para Carlos, cada 2 de abril tiene una carga emocional muy fuerte, una fecha en la que las vivencias y los recuerdos cobran mayor intensidad. Más allá de los actos oficiales y tributos en plazas y monumentos, es el pueblo argentino quien ha mantenido vivo el agradecimiento y el reconocimiento hacia estos veteranos.
“Hace poco fui a una librería y el joven que me atendió me dijo ‘los pibes de Malvinas’ cuando vio en mi documento que soy veterano. Yo ya tengo nietos, ¡pibes! Pero es lindo recibir ese tipo de reconocimiento de la gente,” cuenta Carlos emocionado. Para él, el contacto y el agradecimiento de las personas comunes es lo que más valora, especialmente cuando, durante muchos años, estos veteranos fueron traídos “escondidos” como si fueran una vergüenza.
Carlos señala la contradicción vivida tras su retorno: “Las autoridades nos ignoraron por mucho tiempo, muchos compañeros se quitaron la vida debido a esa falta de reconocimiento.” Solo en los últimos años, algún gobierno se ocupó de darles el lugar que merecen, aunque, como explica Carlos, “el reconocimiento institucional tardó, pero el del pueblo siempre estuvo.”
La guerra de Malvinas es un capítulo doloroso y complejo en la historia argentina. Carlos se mostró impactado por las recientes declaraciones de políticos que minimizan los sentimientos patrióticos. Reflexiona sobre un presidente que, según él, “desprecia cualquier sentimiento de patriotismo o idea soberana que podamos tener.”
Sobre el avance geopolítico y militar en la región, Carlos expresa su preocupación. “Hay un movimiento geopolítico muy preocupante, como el avance de la OTAN. No puedo escuchar al presidente elogiar a Margaret Thatcher. Me da vergüenza y tristeza,” añade, subrayando que los veteranos defendieron la patria poniendo en riesgo sus vidas.
El tema de la relación entre la estructura militar y la política es inevitable. Carlos señala que la guerra de Malvinas no puede separarse del contexto de la última dictadura cívicomilitar en Argentina. Los abusos de autoridad y estaqueamientos son recuerdos dolorosos que, según él, no debe olvidarse ni relativizarse. “Nosotros fuimos a la guerra en una dictadura. No se puede separar la historia,” asegura. Entre sus anécdotas, cuenta cómo fue estaqueado una noche completa por haber decidido quedarse dentro de la carpa durante un bombardeo.
Carlos también reconoce las contradicciones incluso entre los militares. Recuerda una ocasión en la que un oficial que se metió en un contáiner para evitar el combate fue reprendido por Seineldín, el cual lo obligó a ponerse al frente. “Estas contradicciones muestran que no todos los militares eran iguales,” dice Carlos.
La conversación deriva en la actualidad, y Carlos expresa su desilusión con la dirigencia política contemporánea. “Es muy triste ver que no aprendimos lo suficiente. No puedo entender cómo una persona puede subir una imagen de homenaje a Malvinas si apoya a un presidente que elogia a Thatcher,” afirma.
En un tono reflexivo, Carlos hace un llamado a la memoria y a la autocrítica. “Hay que seguir trabajando para que esto no vuelva a suceder. Hay que educar y preparar a las fuerzas para que puedan convivir en democracia y defender al país,” sostiene, subrayando la importancia de continar difundiendo la historia verdadera para evitar que el pasado sea manipulado o relativizado.
Así como Malvinas permanece en la memoria colectiva de la Argentina, también lo hacen quienes lucharon allí. “Nosotros pusimos todo, y eso es algo que el pueblo argentino sigue reconociendo,” concluye Carlos.
Aquí, las puertas están siempre abiertas para compartir la palabra y las vivencias de nuestros héroes de Malvinas. Porque su sacrificio y valentía no deben olvidarse nunca. Cada 2 de abril es un recordatorio de su entrega, pero también cada día debemos mantener viva su memoria y su legado.
