Una Despedida con Propósito: Homenaje a Francisco en Villa Soldati

Una Despedida con Propósito: Homenaje a Francisco en Villa Soldati

El fallecimiento del Papa Francisco ha dejado un profundo vacío en los corazones de aquellos que lo consideran no solo un líder mundial, sino un guía espiritual y padre para tantas comunidades. Su legado fue especialmente significativo en las barriadas populares de Buenos Aires, donde dejó una huella tangible mediante su sencillez y compromiso con las causas más nobles. El padre Adrián Benardiz, cura párroco de la Iglesia Virgen Inmaculada de Villa Soldati y miembro del colectivo de curas en Las Villas, brinda una perspectiva íntima y reflexiva sobre esta pérdida y lo que representa para su comunidad.

“La despedida fue desde ese lugar, ¿no?, de un padre”, expresa Benardiz, reflejando el sentir general de las comunidades donde Francisco había sido una presencia constante y familiar. Para muchos, él no era solo el Papa de Roma, sino aquel que había caminado por sus calles, bautizado a sus hijos y compartido un mate en la humilde cotidianidad de sus vidas. La conexión personal era palpable: “te dicen, bueno, a mí me confirmó el papa, o a mí me bautizó el papa”.

Pero más allá de este vínculo local, Francisco fue un referente global. “Habló con los distintos presidentes de Estados Unidos, con el presidente de Rusia, con el de China, que fue a los países árabes, por primera vez la iglesia, el papa, fue un papa, ¿no?, fue a los países árabes”, destaca Benardiz, poniendo en evidencia el alcance y la influencia del Papa más allá de las fronteras religiosas y geográficas. Sin embargo, en cada una de sus acciones y discursos, mantuvo siempre el compromiso con los más necesitados y la promoción de una justicia social integral.

La despedida del Papa Francisco se convierte así en un reflejo de su espíritu vivaz y su legado indeleble. El padre Benardiz resalta algunas de las enseñanzas y políticas claves del Papa, las cuales continúan inspirando acciones en todo el mundo. “Francisco, una y otra vez, decía una y otra vez, para todos y para todos. Todos y para todos. Nadie afuera”, enfatiza, recordando su constante llamado a incluir a todos, especialmente a aquellos marginados por la sociedad.

Extraordinariamente, una de las invitaciones más resonantes de Francisco fue hacia la participación activa en la política, un llamado no tradicionalmente asociado con el quehacer eclesiástico. “Instó a los cristianos y a las cristianas, obviamente, a meterse en política”, comenta Benardiz, explicando que este interés no debe interpretarse como una aspiración al poder en sí mismo, sino como un intento de construir una sociedad más justa y equitativa. “Jesús vino a pedirnos la utopía evangélica de un reino de hermanos y hermanas”, añade.

Pero el legado del Papa Francisco no solo se encarna en sus palabras, sino también en sus acciones concretas de apoyo a los más necesitados. Para conmemorar su influencia y dar continuidad a su misión, el colectivo de curas de las villas y otros seguidores de su visión participarán en una peregrinación especial a través de la Ciudad de Buenos Aires. “Estamos invitando a una caravana, que la llamamos el Camino del Francisco, el Pacto de Amor por Francisco”, detalla Benardiz sobre esta procesión que conectará distintos puntos emblemáticos relacionados con la vida y el trabajo del Papa.

La peregrinación incluye gestos simbólicos en varios lugares significativos para Francisco, desde la Plaza de Mayo hasta la parroquia de Cacupé en la Villa 21. Cada uno de los siete actos previstos no solo representa un homenaje, sino un compromiso renovado para continuar luchando por las causas que el Papa defendió fervientemente. “Acércate. Si querés a la misa, a las 10 de la mañana, si no, a partir de las 12 y media, caravana desde Plaza de Mayo, vamos juntos, al que quiera”, invita Benardiz, enfatizando el llamado a la unidad bajo la bandera de amor y esperanza que personificaba Francisco.

Esta despedida multitudinaria y apasionada refleja tanto el impacto local como el legado inmortal de un líder que supo trascender las limitaciones físicas de su posición para inspirar a millones a nivel global. A través de las acciones simbolizadas en esta procesión, la comunidad busca perpetuar no solo su memoria, sino el camino de inclusión y amor que Francisco iluminó durante su vida.

La invitación está hecha: “Si en algún momento vos sentiste que Francisco te representaba, te identificaba, estaba de acuerdo con la propuesta de vida y de lucha que Francisco, acércate”. Al participar en esta conmemoración, cada persona tiene la oportunidad de honrar no solo a un Papa, sino a un hombre de profunda fe cuyas enseñanzas continúan resonando en cada rincón del mundo que visitó y en cada comunidad que inspiró.

En Villa Soldati y más allá, el legado de Francisco persiste, llamando a todos a no “balconear la vida”, sino a sumergirse en ella con el mismo amor y pasión que él demostró consistentemente. La despedida es solo el comienzo de un nuevo capítulo, uno en el que su espíritu sigue guiando a aquellos dispuestos a caminar por el camino de esperanza que él trazó.