Jorge Macri ordena descontar el día a los empleados estatales que adhieran al paro general de las dos CTA y la CGT
El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, ha tomado la controversial decisión de descontar el día a los empleados estatales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que decidan adherir al paro general convocado por la CGT y las dos CTA para este miércoles. La medida busca alinearse con la postura del gobierno nacional que también anunció la no remuneración de la jornada para los empleados públicos que participen de la huelga.
El paro, que se realizará mañana, tiene su raíz en la oposición al MegaDNU y la ley Omnibus propulsada por el representante presidencial, Javier Milay. Las acciones gubernamentales y la inminente movilización hacia el Congreso de la Nación han generado una serie de reacciones en cadena, tanto de apoyo como de crítica, por diversos actores sociales y políticos.
Contexto y Justificación Oficial
A través de una carta fechada el lunes pasado, la administración de Jorge Macri oficialmente comunicó que “no devengarán salario los empleados del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no concurran personalmente a prestar servicios el miércoles 24 de enero, en virtud de la medida de acción directa anunciada por la CGT”. Este mensaje fue difundido para dejar claro que se realizarán los descuentos correspondientes en la liquidación mensual de esos empleados, salvo aquellos que se encuentren en licencia legal con goce de haberes, como vacaciones o licencias médicas.
La administración de Macri ha seguido el ejemplo del gobierno nacional, que había adelantado medidas similares, demostrando así una alineación estratégica con el Ejecutivo federal ante esta jornada de protesta. La circular interna fue enviada a todos los directores de las áreas gubernamentales que integran el organigrama del gobierno porteño, para asegurar la implementación completa de esta medida, subrayando la seriedad con la que se toma la asistencia laboral en el marco de la huelga.
Reacciones del Sector Gremial
La decisión de descontar el día ha caído como una bomba en los gremios. Héctor Dayer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, las caras visibles de esta huelga nacional de 12 horas, no tardaron en expresar su rechazo y sostuvieron que habrá una multitud en las calles de Buenos Aires. Este paro es un claro desafío al MegaDNU y la ley Omnibus de Javier Milay, la cual ha sido criticada por su intento de reformar el Estado en detrimento de los derechos de los trabajadores y la soberanía nacional.
Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional, también ha tomado una postura combativa y anunció que no solo habrá paro, sino que será masivo: “habrá una multitud en las calles porteñas”, asegurando que las administraciones nacional, provincial y municipal estarán paralizadas. La Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) también se sumará a la huelga, algo poco frecuente pero indicativo del nivel de descontento con las políticas gubernamentales actuales.
Operativo Policial y el Protocolo Antipiquetes
Ante la magnitud que se espera para esta movilización, se ha discutido intensamente el despliegue de un operativo policial significativo. Patricia Bullrich, conocida por su postura dura, insistirá en la aplicación de su protocolo antipiquetes. No se descartan enfrentamientos y escaramuzas entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, aunque los organizadores confían en que la cantidad de personas pueda disuadir cualquier acción represiva.
El juez Kreplak ha intervenido para establecer límites concretos a las fuerzas de seguridad durante la protesta. Este fallo prohíbe las acciones arbitrarias típicas de las fuerzas de seguridad, como el uso excesivo de la fuerza o detenciones indebidas, buscando así un control más estricto y humanitario de la intervención policial. Este mecanismo judicial ofrece un respiro a los manifestantes, garantizando que la jornada de mañana se desarrolle dentro de marcos legales claros y menos violentos.
La Ruta de la Movilización
La huelga y movilización se concentrarán en uno de los epicentros políticos del país, el Congreso de la Nación. Los organizadores del paro han recalcado que las cercanías del Congreso y a lo largo de la Avenida de Mayo hasta la 9 de Julio estarán densamente pobladas. Se recomiendan rutas alternativas para aquellos que necesiten transitar por la ciudad.
Dado el contexto social y político, este paro no es solo una demostración de fuerza sindical, sino una clara respuesta a lo que muchos consideran una amenaza significativa a los derechos laborales y al modelo de Estado argentino. A lo largo de la jornada se espera no solo una participación masiva de los sindicatos tradicionales, sino también la confluencia de organizaciones sociales, políticas, ambientales, y las asambleas vecinales que se oponen a los proyectos de Milay y al MegaDNU.
Conclusión
La huelga y las manifestaciones de este miércoles prometen ser históricas en términos de participación y repercusión política. La decisión de descontar el día a los empleados que se sumen al paro ha añadido leña al fuego en un contexto ya de por sí inflamado. El desenlace de esta jornada dependerá de muchos factores, pero una cosa es segura: el ruido de las calles resonará fuerte en los pasillos del poder.
La población se encuentra expectante y dividida ante el impacto de las reformas propuestas por el gobierno, acompañadas de una reacción sindical sin precedentes en los últimos años. Lo que ocurra mañana no solo afectará a los trabajadores estatales, sino que marcará un punto crítico en el devenir político y social de Argentina.